Oración VI

Artículo/ Reflexión

¿Con quién orar?
"Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel, 
pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él."Hechos 12:5
Hemos hablado mucho de la oración individual, pero hoy vamos a reflexionar sobre la oración junto a otros creyentes.

Desde la Palabra de Dios se nos invita a orar también en grupo; cómo vemos en el versículo del libro de los Hechos de los Apóstoles, ya oraban por las necesidades de los que formaban la iglesia, y aunque el termino "iglesia" como tal, , surge tras la venida del Espíritu Santo sobre los seguidores de Cristo, el mismo Jesús, animaba a Sus discípulos a que orasen :
"... Levantaos, y orad para que no entréis en tentación."
Lucas 22:46
Una de las grandes frustraciones de los pastores de muchas de las iglesias, es que tanto en los "cultos de oración semanales", como en las veladas “extraordinarias de oración", la asistencia, no es multitudinaria... y esto: ¡no es nada nuevo! el mismo Jesús, reprendió a sus Apóstoles unas horas antes de ser crucificado, porque les pidió que le acompañasen en oración en esas -duras horas previas a su muerte-, y ellos, -se quedaron dormidos-, y no una vez: ¡tres veces! Mateo 26: 36-46 y es que la oración es un hábito que no es fácil de crear si somos sinceros... y convertirlo en una costumbre y que además sea una "dulce necesidad", sabemos que es un pulso que debemos echarle al mismísimo Diablo, ya que sabemos que él, intenta por todos los medios que no hablemos con Dios, y siempre va a pelear para impedir nuestra comunicación con el Señor, ya que sabe que cuanto más consolidemos nuestra relación con nuestro Padre, más lejos estará él de llevarnos a su terreno...

Como hemos visto en otros artículos de estas reflexiones sobre la oración, es bueno que nos marquemos unas “disciplinas” de oración; buscando un horario fijo, un buen lugar, y alimentemos la buena costumbre de conversar con el Señor para que nuestro amor y dependencia por Él crezca, y lleguemos a conocerle más y mejor cada día queriendo tener esas conversaciones con Él, como anhelamos hablar con las personas que más queremos.

No debemos olvidar tampoco la promesa que nos hizo el mismo Jesús: 
"Donde hay dos o tres reunidos en mi nombreYo estoy en medio de ellos" 
(Mateo 18:20)
Teniendo esto en mente, ¡esforcémonos!, por orar con nuestros hermanos: en las reuniones a las que se nos convoquen, fomentando las "parejas de oración", no descuidando nuestros momentos de oración en familia en casa, y orando en los grupos de hogar juntos. Marquemos todo esto en nuestras agendas como PRIORIDAD; y sin duda: ¡veremos victorias a nuestro alrededor!

Miramos al cielo JUNTOS en oración.


Oración I: (Introducción)
Oración II: El silencio...
Oración III: Cómo orar

Oración IV: Cuándo orar
Oración V: Dónde orar

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