¿Dónde orar?
Seguimos reflexionando junt@s sobre la oración, e intentando mirar la oración con diferentes prismas para llegar a poder orar más y mejor...
El DÓNDE orar, ¡es tan amplio cómo lugares se os puedan ocurrir! quizás el más "original" en el que yo -"he roto a orar"- ha sido a más de diez metros de profundidad en el mar, y es que no podía hacer otra cosa que darle gracias a Dios, por "decorar", de manera ¡tan magistral el fondo de Sus mares y océanos! y es que el silencio y la paz que se respira tan lejos del "mundanal ruido", hace que tantos colores diferentes, y tanta variedad en animales marinos y vegetación, sean el marco perfecto para la adoración.
Jesús oró en diferentes lugares; en el desierto, en el Monte de los Olivos, en la mesa de la última cena, en la cima del monte de la transfiguración, dentro de las aguas del Jordán, en Getsemaní, clavado en la cruz... por lo que esto significa que no hay un mal lugar para orar, por muy difícil que sea el momento...
¡Pero no es necesario irse lejos para dialogar con Dios!, Jesús también nos dio algunas indicaciones de dónde podríamos orar y hacerlo en la actitud adecuada:
"Pero tú, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará en público."Mateo 6:6
En nuestra casa, -si somos capaces de encontrar un lugar tranquilo-, sería, ¡un sitio ideal para dialogar con el Señor!, y si pensáis que tal lugar no existe en vuestra casa, es muy fácil de solucionar!, simplemente, hay que buscar el horario adecuado (seguro que en salón de casa a las 4 o las 5 de la mañana, no hay mucho jaleo...), es cuestión de actitud, creatividad, ganas y compromiso...
La buena idea buscar un lugar especifico donde oremos cada día, hasta que sea un hábito en nuestras vidas; un lugar de reposo, en el que podamos tranquilamente, hablar con nuestro Padre, y escucharle; un lugar que sabemos que cada día nos espera para derramar nuestro espíritu delante de Dios, un "refugio", en el que encontramos paz y sosiego.
Quiero animaros a que si aun no lo tenéis, ¡lo busquéis!, incluso, ¡lo decoréis!, y tengáis a mano, todo lo que podáis necesitar: fichas dónde podáis anotar motivos de oración, tanto de agradecimiento como de súplica; un lugar dónde estéis cómodos para poder arrodillaros, postraros ante nuestro Señor, y sin interferencias para que la conversación fluya...
Aprovecho antes de terminar este artículo, a compartir con vosotr@s una idea que me ronda la cabeza desde hace mucho tiempo... Me gustaría que en todas las iglesias, hubiera un espacio especial de oración; ¡un lugar bonito! que usemos SOLO para poder orar y que estuviera abierto durante el mayor tiempo posible; que si disponemos de media hora de vez en cuando, pudiéramos ir allí a conversar con el Señor de manera espontánea, sin horarios, sin prisas, sin nada organizado...
Me imagino un lugar con un gran tablón de corcho, dónde poder dejar nuestras peticiones y que quienes fueran a orar, las tuvieran en cuenta, y también, dónde pudiésemos anotar las oraciones contestadas. Que tuviese alfombras dónde poder postrarnos en oración, espacios para arrodillarnos, velas aromáticas, kleenex, auriculares con música de alabanza... ¡un lugar lleno de bendiciones!
¡Ahí os dejo mi sueño!, Si alguien lo construye, que por favor, me envíe la ubicación...
Miramos al cielo, oramos y soñamos...
Continuará...
Continuará...
Oración I: (introducción)
Oración II: El silencio...
Oración III: Cómo orar
Oración IV: Cuándo orar
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