«No es bueno que el hombre esté solo: le haré ayuda idónea para él.»
Génesis 2:18
En el capítulo 2 del libro de Génesis, podemos leer la creación del hombre y de la mujer, y es curioso el término de "ayuda idónea" que se utiliza en el versículo 18. Hoy, vamos a reflexionar sobre el significado de estas palabras.
La definición de AYUDA: "ezer" עזרה, en el idioma hebreo en el que se escribió el Antiguo Testamento, tiene un significado que muchas veces no se ha interpretado de manera correcta, ni se le ha dado la dimensión y gran importancia que tiene, ya que el significado correcto es el de, rodear, proteger, defender, o socorrer y refleja lo MEJOR que una persona puede recibir cuando tiene alguna necesidad.
No se trata de la ayuda recibida de un "asistente", ya que este mismo término es el que utiliza el Antiguo Testamento al referirse a Dios cuando interviene a favor de Su Pueblo -en medio de la batalla- que acude para defenderle, o socorrerle, pues en sus fuerzas y sin la "ezer" עזרה : AYUDA del Señor, al pueblo de Israel le hubiera sido imposible vencer al enemigo.
Desde esta perspectiva, nos damos cuenta que la intención del Señor al crear a la mujer, es mucho más profunda e importante de lo que podíamos imaginar, ya que no creo a una simple "ayudante, colaboradora, o acompañante", más bien creo a alguien capaz de socorrer en esos momentos en los que el hombre, -cuando le faltan las fuerzas-, no puede salir de las dificultades a las que tiene que enfrentarse.
Si tenemos lo anterior en cuenta, se caen muchos de los esquemas sobre los que la sociedad e incluso la iglesia, ha mal-entendido el papel de la mujer como un ser inferior respecto al hombre, dándole un papel secundario en la pareja. Por otro lado también las mujeres, debemos ajustarnos a esta misión de ser esa -AYUDA POTENTE- para la que fuimos creadas.
Miramos al cielo, agradecidos porque nuestro Creador pensó en todos los detalles...
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