Concurso "Mirando a través de sus ojos..."

La semana próxima, empieza la Semana Santa 2.019, y quiero invitaros a todos los que leéis "Mirando al cielo", a que participéis en una iniciativa-concurso muy interesante...

¿Qué os parece si escribís un relato -mirando a través de los ojos- de algunos de los que vivieron en primera persona, la última cena, el arresto, calvario, muerte o resurrección de Jesús?

¿Os animáis a participar?


Comencé esta iniciativa hace unos años con el título "En su piel", y cómo ejemplo, os dejo uno de los relatos con los que participé en la Semana Santa de 2.016


María, la madre de Jesús.

Silencio...




Silencio. ¡No podía encajar palabra...!

Ver torturar y morir a tu niño… -¡qué te lo maten como a un delincuente!-

... eso es lo peor por lo que puede pasarle a una madre.

Una y mil veces en esa aciaga tarde, le rogó a Dios ¡que fuera ella la que estuviera en Su lugar! pero:
- su niño, ¡no! ¡su niño, no!-

Sus otros hijos, su hermana, Juan y Maria Magdalena, no dejaban de abrazarla pero no entendían su silencio y la ausencia de lágrimas… 



-¿No llora Su madre? 
¿Por qué no llora? 
¿Por qué no se desmaya? 
¿por qué no habla y se desahoga? 

Pero María, a diferencia del resto de los que le seguían, sabía que no había acabado esto… que -"su niño"-, había profetizado que moriría, pero que… ¡iba a volver! Y ella, lo creía. 

Su conexión madre e hijo, -a pesar de la divinidad que les separaba-, seguía latente. Jesús, ¡nunca la defraudó! era muy diferente al resto de sus hijos; un niño muy independiente y –a otra cosa- que el resto, pero… esas miradas sin decir nada, marcaban la diferencia con el resto y a ella le transmitían paz, esperanza y… eternidad.

María consiguió escabullirse y fue a dar un paseo. ¡Qué noche tan oscura! a pesar de que la luna luciera enorme en el cielo y miles de estrellas iluminaran su camino. 

La relación con Jesús, siempre había causado envidia al resto de sus hijos. Naturalmente, ella los quería a todos pero reconocía que Él, era especial… -no solo por su manera de ser concebido-, es que, Jesús, no tenía que utilizar palabras para entenderse con ella; era como si el "cordón umbilical" nunca se hubiera cortado y estuviera conectado directamente a su mente y a su corazón; Él la alimentaba con su presencia... 



...“su espíritu se regocijaba en Dios, Su Salvador…”

Era el momento de sacar todo eso que guardaba en su corazón. 

Recordó el encuentro, con el ángel siendo apenas una adolescente. Le anunció que Jesús vendría y sería el Mesías y ella ¡le creyó! Cada día confirmaba esa verdad, sus ojos veían crecer a Jesús tanto físicamente como en Su relación con Dios Padre: una relación de fidelidad, obediencia que inexorablemente le iba a llevar a los acontecimientos de esa tarde de sufrimiento, todo para cumplir con lo que estaba escrito: 

… “él fue herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.”
Recordó cuándo se perdió en el templo de pequeño, cuándo convirtió el agua en vino en las bodas de Caná… 

Su niño había crecido y ¡bien sabe Dios! que ella se debatía cada día en su deseo genuino de agradar a Dios y que se cumplieran Sus planes y a la vez, en su corazón ardía el deseo de que Jesús fuera un hombre –normal,- el heredero como primogénito de la carpintería, y que llegara a formar una familia como el resto de sus hijos.

Sus emociones y pensamientos eran una vaivén; subían y caían en picado por momentos; su esperanza, su desesperación… 

Pero no, ¡no! ¡no iba a llorar,! aunque ¡SU HUMANIDAD SE RETORCIERA DE DOLOR,! porque su fe era firme; ¡no tenía ninguna duda!: 



¡Jesús volvería! ¡volvería! ¡La profecía se cumpliría! 
“…un hijo nos ha sido dado y la soberanía reposará sobre sus hombros; y se llamará su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.”
María, se recompuso, volvió dónde estaban los discípulos de su hijo y les preparó algo para cenar…



****************
************
*******


Podéis enviar vuestros relatos hasta 
el Miércoles 17 de abril de 2.019 a:


devocionalesmirandoalcielo@gmail.com
Votaremos el domingo 21 de abril entre todos los relatos recibidos y el ganador/a obtendrá...


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muy pronto, se publicará tu comentario.
¡Muchas gracias por tu aportación!