En la última parte del libro de Lucas, esta descrita la entrada triunfal en Jerusalén (Domingo de Ramos), la pasión, muerte y RESURRECCIÓN de Jesús, además de -sus apariciones- tras volver a la vida.
No se a ti, pero cuando habitualmente utilizamos la palabra pasión, nos referimos a vehemencia; a un sentimiento profundo, capaz de perturbarnos y que perdamos la razón... pero también es un término que utilizamos cuando nos referimos a la muerte de Jesús en la cruz.
Interesante que la palabra pasión viene del latín: passio: que significa "sufrimiento", y en griego: πάθος: padecer.
Así que este término: pasión, encaja perfectamente con lo que Jesús pasó desde que empezó a sudar sangre (hematohidrosis), en Getsemaní; mientras oraba, y sus discípulos dormían... y mientras fue despreciado, insultado, azotado, torturado y clavado en la cruz.
Ya he comentado que la profesión de Lucas era la de MÉDICO, y podemos apreciarlo en su lenguaje culto, en su narrativa, tanto en el evangelio como en Hechos de los Apóstoles, refiriendo detalles puramente de su profesión, como la hematoidrosis, y algunos "diagnósticos" de enfermos a los que Jesús sanó (el hombre hidrópico de Lucas 14:1-brazos y piernas hinchados-, la mujer con flujo de sangre, el hombre de la mano -atrófica- (seca).
Otro detalle interesante es que Jesús cuando se les aparece a los discípulos tras su RESURRECCIÓN, narrado en el último capítulo el libro de Lucas, ocurre esto:
"Mientras les decía eso, Jesús les mostraba sus manos y sus pies. Pero ellos, entre asustados y contentos, no podían creer lo que estaban viendo. Entonces Jesús les preguntó: «¿Tienen algo de comer?» Ellos le dieron un pedazo de pescado asado, y Jesús se lo comió mientras todos lo miraban..."
¡Así es Jesús resucitado!: natural, cercano y... hambriento!
Mañana, empezamos con Mateo, el tercero, y último de los evangelios "sinópticos" (¿recuerdas? misma óptica)
¿Me acompañas?
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