Ya
estamos en la última semana de este Adviento 2019, y en esta semana, trataremos algunos tópicos típicos de estos días navideños, y que pueden llegar a
“confundirnos” y apartarnos del verdadero significado de la Navidad.
Si somos creyentes o no, en estos días previos a la Navidad, no podremos evitar al salir a la calle de nuestra ciudad, verla inundada de decoración alusiva a la Navidad: luces de colores, velas, espumillón, piñas, árboles de Navidad, muérdago, paisajes nevados, renos, Papás Noël… mezclado con nacimientos, estrellas, ángeles, reyes magos...etc. Diferentes tradiciones se dan la mano estos días y el –“todo vale”- inunda el país, nuestras ciudades e incluso, nuestras casas.
¡Es preciosa la decoración navideña! pero: ¿somos conscientes que bajo esa estela de luces, estamos celebrando el nacimiento de Jesús? Los que creemos en ese niño que nació en Belén, debemos tener muy clara la simbología de la decoración navideña y darle la importancia y significado que tiene realmente sin dejarnos llevar por lo superficial y apreciando que lo que celebramos es mucho más bonito y sobre todo más importante que la decoración.
Tal vez las costumbres nos arrastran y no pensamos que tanto tiempo dedicado a decorar o el dinero que invertimos en adornos, tal vez nos “roba” tiempo para pensar en lo verdaderamente IMPORTANTE y que es lo que motiva la ornamentación de estas fechas.
Nuestra alegría por el nacimiento del Niño Jesús, lo expresamos con la decoración y es una manera externa de demostrar que la llegada del Salvador a este mundo, es LA LUZ que nos guía, no solo en estas fechas, sino cada día del año.
Ten un buen día.
Si somos creyentes o no, en estos días previos a la Navidad, no podremos evitar al salir a la calle de nuestra ciudad, verla inundada de decoración alusiva a la Navidad: luces de colores, velas, espumillón, piñas, árboles de Navidad, muérdago, paisajes nevados, renos, Papás Noël… mezclado con nacimientos, estrellas, ángeles, reyes magos...etc. Diferentes tradiciones se dan la mano estos días y el –“todo vale”- inunda el país, nuestras ciudades e incluso, nuestras casas.
¡Es preciosa la decoración navideña! pero: ¿somos conscientes que bajo esa estela de luces, estamos celebrando el nacimiento de Jesús? Los que creemos en ese niño que nació en Belén, debemos tener muy clara la simbología de la decoración navideña y darle la importancia y significado que tiene realmente sin dejarnos llevar por lo superficial y apreciando que lo que celebramos es mucho más bonito y sobre todo más importante que la decoración.
Tal vez las costumbres nos arrastran y no pensamos que tanto tiempo dedicado a decorar o el dinero que invertimos en adornos, tal vez nos “roba” tiempo para pensar en lo verdaderamente IMPORTANTE y que es lo que motiva la ornamentación de estas fechas.
Nuestra alegría por el nacimiento del Niño Jesús, lo expresamos con la decoración y es una manera externa de demostrar que la llegada del Salvador a este mundo, es LA LUZ que nos guía, no solo en estas fechas, sino cada día del año.
Ten un buen día.

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