EL MUNDO...

Acostumbramos a hablar del “mundo”, como que es ahí donde habita todo -“lo malo”-, y que el cristiano, debe huir del “mundo”... pero esto, entra en contradicción absoluta con eso de:


“Porque de tal manera amó Dios al mundo...” Juan 3:16


Y es que la Palabra de Dios nos anima a no amar los valores de este mundo, (o mejor dicho: la ausencia de valores de este mundo), pero Dios amó a las personas del mundo, y así lo demostró cuando tuvo la -brillante idea- de mandar a Su hijo Jesús para salvarnos.

Paradójicamente, nuestra tendencia es amar más las corrientes de pensamiento, costumbres y modas de este mundo que a las personas, y ¡nos cuesta! cambiar el “chip” manteniéndonos firmes en lo que Jesús quiere para Sus seguidores, por eso es tan revelador el pasaje de Romanos 12:2:


No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”


¡No conformarnos a las normas de este mundo!, y no hay otra manera de conseguirlo que cambiar de “sintonía”, es decir: teniendo clara la Voluntad de Dios (en muchas ocasiones, absolutamente contraria a lo que quiere este mundo), conseguiremos RENOVARNOS: ¡rebelarnos! en contra de esas corrientes tan alejadas de lo que Dios quiere para Sus hijos, y terminará esa “frustración” que muchas veces nos persigue, al vernos -caer en la trampa- ante las presiones de “este mundo” que consigue llevarnos “al huerto” y convencernos que viviendo lejos de Dios, somos más libres...

Miramos al cielo pidiendo ayuda para transformarnos teniendo CLARA la VOLUNTAD DE DIOS 



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muy pronto, se publicará tu comentario.
¡Muchas gracias por tu aportación!