Cuándo empezamos una relación con nuestra pareja, el egoísmo, "brilla por su ausencia" ya que intentamos ser generosos con nuestro tiempo, nos "volvemos" detallistas; acompañamos hasta casa a la persona amada, le llamamos, escribimos, nos citamos con él o ella, dedicándole toda nuestra atención que siempre, ¡nos parece poco...! Pero con el transcurso del tiempo, empezamos a -retroceder- en generosidad y buscamos más tiempo para nosotros, nuestros hobbies y nuestros intereses particulares, que pueden llegar a desbordarse, entrando por la puerta grande el ¡EGOíSMO!
"No hagáis nada por egoísmo o vanagloria; al contrario, sed humildes y considerad que los demás son superiores a vosotros..."
Filipenses 2:3
Este versículo de la carta a los Filipenses, ¡-riza el rizo- en cuanto a la generosidad! no solo nos anima a descartar el egoísmo en nuestras relaciones, sino que nos pide ser humildes y considerar al que tenemos al lado ¡SUPERIOR A NOSOTROS!
¿A quién consideras "superior"? Normalmente nuestra actitud ante una "eminencia", es exactamente la de ser tremendamente considerados, respetuosos, generosos y, ¡humildes !... pues desde la Biblia, se nos aconseja tener esta actitud ¡con TODO EL MUNDO!
¡Necesitamos! mirar al cielo para que el Señor nos ayude con esto...

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