¡Tu palabra es para mí
más dulce que la miel!
Salmos 119:104
Conservo, ¡todas las cartas manuscritas que he recibido a lo largo de mi vida! y es que en la época de la -mensajería instantánea-, pensar que hace unos años, nuestra manera de comunicarnos exigía "paciencia", ¡nos parece imposible...! Nos sentábamos a escribir, comprábamos un sello, la echábamos a un buzón dónde la recogían al cabo de unas horas y la llevaban a una oficina de correos dónde la clasificaban, y después, emprendía un viaje en tren o en avión hasta llegar a las manos de su destinatario... ¡No me digáis que esto no requería de paciencia y de fe...! era toda una heroicidad! por eso, mis cartas recibidas ¡son un tesoro!
La Biblia, está compuesta por algunas cartas, además de otros textos y considero un verdadero MILAGRO que puedan estar en nuestras manos en pleno siglo XXI, ya que han sufrido persecuciones, censura, y todo tipo de autoridades han intentado acabar con ella, pero Dios, ha preservado Su Palabra a lo largo de los siglos y seguimos alimentando nuestro espíritu con ella.
Dios ha utilizado Su Palabra para comunicarse con nosotros, y al abrirla cada día, siento que es como esas cartas añoradas, que esperábamos ansiosos hace unos años, con noticias de nuestros seres queridos, llenas de ánimo, consejos y bendición...
Miramos al cielo, agradeciendo la Palabra.

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muy pronto, se publicará tu comentario.
¡Muchas gracias por tu aportación!