Trabajo

Hoy, celebramos, el día del trabajo, y en nuestra España actual, -podemos afirmar-, que quién dispone de uno, tiene un tesoro...

Cuando no tenemos trabajo, nos quejamos, y cuando lo tenemos, - la mayoría-, suspira por vacaciones... y es que lo queramos o no, se hace necesario trabajar para salir adelante, pero como en todo, no es fácil encontrar el equilibrio entre: trabajar dignamente para vivir, y vivir para trabajar, convirtiéndose esto, en uno de los objetivos, más importantes, de nuestra vida.

Vivimos en una sociedad competitiva, dónde lo laboral, es uno de los quehaceres a los que dedicamos más tiempo y esfuerzo, y es fácil caer en la tentación de hacerlo -el centro de nuestra existencia-

La Biblia, tiene mucho que decir sobre el trabajo, y hoy, -que se va a escribir tanto, sobre el tema-, desde "Mirando al cielo", quiero echar un vistazo a la Palabra de Dios, más que a las "listas del paro", "la brecha salarial entre hombres y mujeres" o  al "Estatuto de los trabajadores", que de eso, ¡seguro!, se van a encargar de escribir muchos otros hoy.

Encontramos en el libro de Proverbios, muchas referencias al trabajo, la pereza, la negligencia, la holgazanería, el ejemplo de las hormigas, (que trabajan sin necesitar "un jefe", que les supervise...), lo interesante de ahorrar, o que el esfuerzo, trae recompensa...

También encontramos referencias al trabajo, en muchos otros pasajes bíblicos, pero tan vez, en un día cómo hoy, nos quedamos con dos versículos de la carta de Pablo a los Colosenses 3: 23-24, dónde se nos dan las indicaciones oportunas sobre la ACTITUD, con la que los creyentes debemos trabajar:

"Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís."

Tal vez tu jefe sea bueno, o no tanto... incluso, tal vez, -seas tu propio jefe-, o ahora mismo no lo tengas, pero la actitud en todo lo que hagamos debe ser esta: 

¡Hacerlo para Dios!, con excelencia, agradecimiento y siendo siempre: Sal y Luz

Miramos al cielo ¡trabajando para Su gloria!