Dejar a las 99...

"Si un hombre tiene cien ovejas, y se descarría una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se había descarriado?"
Mateo 18:12

Ya hemos hablado de las ovejas en este espacio, y me temo que ésta, tampoco será la última vez, ya que tenemos bastantes cosas en común con ellas, (o, deberíamos...) No es en vano que en algunos pasajes bíblicos, se compare al pueblo de Dios, con un rebaño de ovejas.

En la actualidad, no estamos familiarizados con el trabajo de los "pastores", por eso, nos llama la atención, esa -rutina-, de "abandonar" las 99  y salir en busca de la "perdida..." Esta manera de actuar para nosotros, contradice -en cierto modo-, el sentido común... ya que si lo miramos de manera práctica -abandonar- 99 ovejas por “rescatar” a la descarriada-, implica un alto riesgo, ya que las que se quedan "abandonadas", pueden también "perderse" o correr un gran peligro... pero es que, las enseñanzas que Jesús dio en su tiempo, eran las más adecuadas para que le entendieran, y se adaptó a la cultura y costumbres de la época. Nosotros, en la actualidad, no entenderíamos esas enseñanzas si no nos situáramos en su contexto, y debemos ir más allá de lo textual; es decir entender el valor que Jesús daba a cada individuo en particular y no solo al grupo.

Los judíos sentían que eran PUEBLO de Dios en su conjunto, y cuándo Jesús vino a la tierra, enseñó el valor de cada individuo, y la importancia de establecer una relación personal, única, y necesaria con Dios.

Piensa, que esa oveja que "se pierde" en un momento dado, puedes ser tú, y el Señor, sale detrás de ti sin dudar a buscarte; ¡arriesgándose! a dejar al resto por ti: ¡POR AMOR A TI!

¿A que ahora lo ves de otra manera?

Miramos al cielo agradecidos por que Dios, nos quiere a cada uno...



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