"...pero los que confían en Dios
siempre tendrán nuevas fuerzas.
Podrán volar como las águilas,
podrán caminar sin cansarse
y correr sin fatigarse".
Isaías 40:31
Este versículo del libro del Profeta Isaías en el Antiguo Testamento, es uno de los -preferidos- de muchas personas que confían en esta PROMESA para sus vidas, -sobre todo-, en "esos tiempos" en los que el agotamiento, - mental, físico o emocional,- ¡pueden con nosotros...!
“… volar como águilas…”
¡Es curioso!: las águilas, aprovechan la fuerza del viento para volar: -se dejan llevar por él-, así que no es tanto que tengan mucha fuerza en sus alas, si no que su mayor cualidad es que tienen un fuerte instinto para captar las corrientes de aire y utilizarlas a su favor para volar durante horas... y de esto, podemos sacar una valiosa lección espiritual para nuestra vida, ya que la palabra AIRE en hebreo, (idioma en el que fue escrito el libro de Isaías) es “ruaj” רוּחַ que también puede traducirse por: viento, brisa, aliento, espíritu, hálito, soplo, alma…
¿Qué os parece si nos dejamos llevar por el “ruaj” רוּחַ “; -el Espíritu Santo del Señor- en vez de empeñarnos en "volar" en nuestras propias fuerzas? Esta "corriente de poder", -que es el Espíritu Santo-, es la que deberíamos utilizar para -no cansarnos tanto- y para avanzar en nuestra vida.
La clave esta en la CONFIANZA en ese "hálito" que nos impulsa adelante y nos permite llegar mucho más lejos de lo que nos podemos imaginar...
Miramos al cielo pidiendo el impulso, la fuerza y el Poder de Espíritu Santo para conseguir llegar cada día...
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