Oseas

»Pero yo la conquistaré de nuevo, la llevaré al desierto y allí le hablaré con ternura.”

Oseas 2:14

Este versículo del libro de Oseas, suena "muy romántico..." pero a lo mejor no es lo que parece...

Habla, del pueblo de Israel, y para ellos, -el desierto- era un lugar -conocido de sobra...-  ya que tras su salida de Egipto, en donde eran esclavos, dieron unas cuantas vueltas por el desierto, hasta llegar a la “Tierra Prometida”, pero el desierto, no es muy hospitalario ni se pasa muy bien..., y aunque “sea conquistada de nuevo, y Dios la tratase con ternura, pasar por el desierto, no es precisamente el paraíso...

Esto sucede a menudo con nosotros, y es que suele ocurrir que en los periodos en los que nos toca “pasar por el desierto”, nuestro oído se afina y somos capaces de oír alto y claro las palabras tiernas del Señor.

¡Lastima! que tengamos que pasar por dificultades para afinar nuestro oído y ser “conquistados” por el Señor! tal vez por esa debilidad nuestra de SOLO acordarnos de “Santa Bárbara cuando truena”, son necesarios los “desiertos...”

¡Piénsalo!

Miramos al cielo con oídos atentos...