Generosidad...

"Cada uno debe dar según crea que deba hacerlo. No tenemos que dar con tristeza ni por obligación. ¡Dios ama al que da con alegría!"
2ªCorintios  9:7

Ser generoso, no se refiere -solo- a compartir con los demás nuestros "bienes materiales", también, significa entregar nuestro tiempo: acompañando, escuchando, haciendo gestiones para quién pueda necesitarlo, ayudando en la limpieza, transportando en nuestro coche a quién lo necesite para coger un avión, o a una consulta en el hospital, recogiendo a unos niños del cole, visitando a un enfermo o alguien que está pasando por un periodo de duelo, recomendando a alguien para un trabajo, orando por las necesidades ... etc.

Todas estas cosas, pueden surgirnos de manera espontánea; todos conocemos a personas "generosas por naturaleza", a las que parece, ¡qué no les cuesta DAR!, pero son "excepciones", ya que tendemos a mirar más por nosotros mismos que por los demás, y -acumular, o atesorar-, es un "instinto básico" en los seres humanos, ya que siempre pensamos  que,-si damos lo que es nuestro-,  y nos hiciera falta en un futuro: no lo tendríamos...

Por eso, seguir las pautas del versículo de 2ª de Corintios, es una ¡GRAN IDEA!, ya que implica que dar, debería pasar en primer lugar por: PENSAR: -"Crea, que debe hacerlo": valorar nuestras entregas sin que se conviertan en un impulso, incluso, planificarlas no es una mala cosa... 

En segundo lugar: -"No dar con tristeza ni por obligación"; las donaciones materiales o de tiempo, no son OBLIGATORIAS, deben ser impulsadas por nuestra generosidad

Y en tercer lugar: "Dar con alegría"; si hemos visto que no es una obligación, nuestra ACTITUD de dar es voluntaria, y sería de tontos contradecirnos y estar tristes haciendo algo tan edificante y satisfactorio para nosotros, y ¡TAN BUENO para los demás! 

Quiero aprovechar el devocional de hoy, para agradecer a tant@s que habéis hecho una donación para el PROYECTO ESPEJO que os presenté el lunes pasado. Vuestro tiempo, y vuestro dinero entregado a esta causa, ¡será BENDECIDO por el Señor!, porque como también vemos en el versículo de hoy:

                                                                    ¡Dios ama al que da con alegría!

Miramos al cielo pidiendo que el Señor nos ayude ¡a ser más generosos cada día!



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