Gracias a Dios...

Vivimos como si fuésemos eternos...

Tenemos tendencia a -dejar para mañana-, muchas cosas; ¡quizás demasiadas! y nadie tiene la certeza de que lleguemos a mañana...

Vais a pensar que el tema de la muerte, -me está afectando más de la cuenta...-, pero ser consciente de esta verdad, -que es la certeza más grande que podemos tener- y sabemos, que tarde o temprano sucederá, y que a la vez, nos negamos a pensar que tiene "algo" que ver con nosotros... Creo sinceramente, que no es un tema que debamos "aparcar", ya que ni siquiera "ser niño o ser joven" hace que estemos exentos de pasar por esta realidad...

Yo cada vez -soy menos joven-, y hoy lo digo con todas las de la ley, ya que es mi cumpleaños, y aunque bromeo que cada año, me quito uno, la realidad es que ¡puedo decir lo que quiera!, pero el dolor en mis rodillas afirman lo contrario... y ese, y algún "achaquillo" más, son la prueba irrefutable de que me queda menos que más...

No me entristece pensar en la muerte. Mi fe, me hace estar posicionada en ese tema, y aunque el apego a este mundo, y sobre todo a las personas a las que quiero, hace que "prefiera", estar un poco más aquí, se que me espera algo mejor después de esta vida.

Aprovecho el día de mi cumple para dar las gracias a Dios, porque ¡hasta aquí me acompañó! y una vez más reconozco ser una de Sus "hijas predilectas", ya que no creo merecer tantas cosas de las que me ha librado, y otras muy buenas que he recibido, pero sin duda, lo mejor, son las personas que me han rodeado: la familia en la que nací, mi marido: ¡el mejor hombre de la tierra! y que tengo el privilegio de compartir mi vida con él desde hace muchos años, y desde aquí, tengo que agradecer a mis suegros, haberle dado la vida y haberlo educado en los mejores valores. Para rematar, Dios me ha regalado un hijo, que cocina como los ángeles y de vez en cuando tengo el placer de ¡degustar platos exquisitos!, (los que no vengan a casa, o no vayan a su "futuro restaurante", solo podrán degustarlos en  el mismísimo cielo...) 

Tengo que agradecer a mis AMIGOS su cariño y apoyo incondicional; ¡son pilares de mi vida! y doy gracias a Dios por cada un@ de ell@s.

No puedo acabar hoy, sin dar gracias a Dios, por las iglesias a las que he asistido a lo largo de mi vida y que han cubierto esa parte tan importante para mi que es el espíritu: he aprendido mucho, y he podido poner a trabajar los dones y talentos que el Señor me ha dado y también he experimentado Su capacitación, en los que no tenía... He conocido a grandes hombres y mujeres de Dios que han sido ejemplo para mi, y han caminado a mi lado; -me han visto crecer- y me han ayudado y querido a pesar de...

"... Prosigo a la meta..."

Filipenses 3:14

 ¡Es mi cumpleaños!, y solo puedo mirar al cielo y dar las GRACIAS.