Artículo /Reflexión
¿Cómo orar?
En el CÓMO, está la clave de la ORACIÓN...
Las oraciones de cada hijo de Dios, son PERSONALES, y ahí radica su valor.
Dios es PADRE, y cómo a todos los padres, les encanta que Sus hijos les cuenten... El Señor, sabe de nuestros anhelos y preocupaciones, y sabe que le amamos, pero ¡quiere oírlo de nuestros labios!
¿Cómo podemos hablar con Dios para -"no perdernos"-, para no acabar pensando en las mil y una cosas que nos rondan por la cabeza?
Sugiero que empieces tu diálogo:
1.- ¡Adorando al Señor!: Jesús nos enseñó a orar con el -Padre
nuestro-, y esta oración. comienza ADORANDO, reconociendo la
Santidad de Dios, así que empecemos a orar adorándole y guardando
silencio ante Su majestad...
2.-¡Confiésate ante él!, y disfruta de Su
perdón, recuerda Sus promesas: (Él volverá a tener misericordia de nosotros;
sepultará nuestras iniquidades y echará a lo profundo del mar todos nuestros
pecados. Miqueas 7:18), deléitate en
ese momento en el que todas las interferencias que se interponen entre el Señor
y tú; ¡desaparecen!, y disfruta del GOZO de sentirte perdonado y después: guarda silencio.
3.-¡Agradece a nuestro Padre Celestial Sus bendiciones! recordando que siendo Dios, te ama, te creo, te salvó... y hace salir el sol cada día, te da aliento, familia, casa... "No os aflijáis por nada, sino presentadlo todo a Dios en oración; pidiendo, y dando gracias por todo." Filipenses 4:6, recuerda, todas las peticiones que le has hecho y han sido contestadas, y luego: guarda silencio...
4.-¡Súplica al Señor por tus necesidades y las de los que te rodean! y busca Su voluntad, repasando Sus leyes, para comprobar que tu oración está en sintonía con lo que Dios quiere: "...Señor y Dios mío, atiende mi ruego y mi súplica; escucha el clamor y la oración que este siervo tuyo te dirige hoy." 1ª Reyes 8:28. y guarda silencio
5.-¡Alaba al Señor! imagínatelo sonriendo, acariciando tu cabeza, como un padre al que le agrada que su hijo le diga que le ama, y escucha Su voz, complacido con tu alabanza. Te animo a que hagas tuyo el versículo: "...Y hubo una voz de los cielos, que decía: -Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia..."-Mateo 3:17, después:
Adoración- Confesión- Agradecimiento-Súplica- Alabanza: El acróstico A. C.A.S.A. puede ser nuestra "guía" cuando miramos al cielo y CONVERSAMOS con nuestro Padre Celestial.
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