Los falsos maestros, judaizantes, gnosticos... etc son el caballo de batalla de Pablo en muchas de las iglesias que ha ido fundando a lo largo de sus viajes misioneros, y me temo que este problema no se ha resuelto...
En esta segunda Carta a Timoteo, Pablo emplea dos capítulos hablando sobre estos falsos maestros, y recomienda que no perdamos el tiempo en discusiones vanas sobre ciertos temas que nos distraen de lo importante. (Hoy en día podemos ver esta "perdida de tiempo", en polémicas en redes sociales... que ni nos edifican a nosotros, ni son de buen testimonio para quienes aún no conocen a Cristo...)
También en esta sección, Pablo describe como serán los hombres y mujeres en los últimos tiempos, (inícuos y malévolos...). Siempre las falsas enseñanzas tienen un pecado de inmoralidad detrás.
Pablo, advierte también a Timoteo, sobre las persecuciones... ¡nunca ha sido fácil la misión de llevar el evangelio!, y sigue sin serlo... pero esta advertencia tan sincera a su discípulo (y a nosotros...), de lo que nos espera, demuestra la sinceridad de Pablo.
Como en Tito, Pablo se refiere a la sana doctrina como la manera de vivir saludable y virtuosa que como seguidores de Cristo, debemos llevar.
Esta carta está considerada el TESTAMENTO de Pablo, y le vemos pasando el testigo de la misión a su "hijo espiritual amado", con todas sus advertencias y su deseo de verle antes de morir...
Una carta MARAVILLOSA... que junto a la 1ª Carta a Timoteo, y la de Tito, forman una trilogía fantástica de plena actualidad en sus consejos, advertencias y recursos.
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