Día 9. Lectura Bíblica

“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”.
Juan 5:39

Durante la pasada semana hablamos de los beneficios de la lectura bíblica cómo disciplina espiritual, y lo comparamos con el agua de la lluvia, que moja y "ablanda un terreno DURO y SECO..."

Cuándo la lectura de la Palabra de Dios, se convierte en hábito y logra ablandar nuestros corazones, ya estamos prepararlos para el segundo paso: el estudio profundo de las Escrituras, y aquí, comienza un camino interesante que consolida y produce el crecimiento de nuestra fe.

El estudio bíblico, es básico si queremos conocer más a Dios, Sus propósitos, Su voluntad, Su ley; Su plan de salvación, la vida eterna y muchas más enseñanzas: consejos, advertencias y sin duda, nos invita a realizar, un recorrido muy interesante por la historia del pueblo de Dios, que está plagado de personajes con los que nos podemos sentir identificados y que han pasado por las mismas dudas, dificultades, y tentaciones a las que nos enfrentamos nosotros cada día... y a pesar de todo, ¡Dios los ha usado!, y también puede usarnos a nosotros, si decidimos obedecerle, y hacer Su voluntad.

Hay muchas maneras de estudiar la Biblia, y a lo largo de estos próximos días, veremos algunas de ellas, aunque solo "por encima", ya que nos esperan 21 días muy interesantes sobre la disciplina espiritual del estudio bíblico.




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