"Oh Señor, de mañana oirás mi voz;
de mañana me presentaré delante de ti, y esperaré."
Salmos 5:3
Una pauta muy importante cuando nos acercamos a la lectura bíblica, - y esto, ya lo comentamos anteriormente- es fijar un tiempo diario .
Esto, no quiere decir que no podamos aprovechar cualquier momento para leer la Palabra de Dios, (un trayecto en metro o en tren, mientras esperamos una consulta médica, y ¡hasta en un atasco!), pero si nos acostumbramos a elegir un horario y un lugar tranquilo cada día, podemos marcar en nuestra agenda, ese tiempo como "nuestra cita diaria con Dios" y faltar a una cita, no es un buena costumbre, ni habla bien de nosotros...
Fijar un tiempo diario para leer la Biblia, nos mantendrá alimentados de manera equilibrada, (no sirve de mucho darnos "un atracón" un día, y luego pasar días o semanas sin leer la Palabra de Dios...)
Como ves, no es complicado, ni estoy "descubriéndote América" con estas sencillas pautas sobre la disciplina espiritual de la lectura bíblica, es solo cuestión de proponérselo en serio y... ¡ADELANTE!
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