Estamos viviendo una situación, -dicen-, sin precedentes en la historia. Pero no es la primera vez que este mundo sufre una pandemia; la gripe, la viruela, la peste bubónica, el tifus, el SIDA ... han segado la vida de millones de seres humanos a lo largo de los siglos, aunque tal vez, -no en tan corto periodo de tiempo- y en tantos países a la vez, pero hay que tener en cuenta que la movilidad en la actualidad, ¡es tremenda!, y un infectado, puede estar en pocas horas, en cualquier país del mundo, y la información sobre el aumento de infectados nos llega por multitud de medios y de manera instantánea, pudiendo saber casi inmediatamente, lo que está ocurriendo en el mundo.
Pero, esa parte espiritual, no está tan "musculada", como necesitaríamos que estuviera, y ese "soporte" que no hemos cuidado, ahora lo necesitaríamos en plena forma...
Para apuntar en esa lista de "lo aprendido en la crisis del #coronavirus2020" anotemos, que no solo tenemos que cuidarnos físicamente; debemos dedicar un tiempo cada día a nuestra "musculatura espiritual", y que la próxima crisis, no nos pille tan bajos de forma...
“Querido hermano,
oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud,
así como prosperas espiritualmente”
1 Juan 1:2
Ten un día tranquilo
#QuédateEnCasa
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