Salvación.


Parece una paradoja, que por la muerte de Cristo, que implicó tanto sufrimiento, pueda salir algo tan bueno como es ¡LA SALVACIÓN de TODA la HUMANIDAD...!
Sacrificar un hijo en favor del perdón de nuestros pecados, es la muestra de amor más grande que un padre puede hacer, y eso fue EXACTAMENTE lo que Dios hizo: 

sacrificó a Su hijo para el perdón de todos los pecados de la humanidad.

¿Por qué elegiría Dios esa forma de redimirnos? ¿No podría haber utilizado "-algo-" más sencillo y menos doloroso para Jesús y para Él mismo? Cuándo el pueblo judío, sacrificaba un cordero, era su sangre la que le libraba de sus pecados ante Dios; Jesucristo fue ese CORDERO DEFINITIVO, que por Su sangre, quedaron limpios todos los pecados de la humanidad. El pueblo judío de la época, estaba acostumbrado a ese tipo de acción, y sin duda, la muerte de Jesús, fue el mejor de los testimonios y tan poderoso, que ese mensaje de salvación después de más de dos mil años, ¡ha llegado a nuestros días!

¡No existe mayor amor ni mayor interés que el que Dios ha mostrado por cada uno de nosotros! Dios mismo, sacrificó a Su hijo y le LEVANTÓ de los muertos para borrar nuestros pecados.

¿Quieres saber más sobre la salvación? ¿Quieres beneficiarte de este privilegio? ¡Acércate a la Palabra de Dios! y allí vas a encontrar respuestas, avanzando en el conocimiento de Dios, Sus promesas y Su voluntad para ti.

¡Qué tengas un buen día!


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