Parece una paradoja, que
por la muerte de Cristo, que implicó tanto sufrimiento, pueda salir algo tan
bueno como es ¡LA SALVACIÓN de TODA la HUMANIDAD...!
Sacrificar un hijo en favor del perdón de nuestros
pecados, es la muestra de amor más grande que un padre puede hacer, y eso fue
EXACTAMENTE lo que Dios hizo:
sacrificó a Su hijo para el perdón de todos los
pecados de la humanidad.
¡No existe mayor amor ni mayor interés que el que Dios ha mostrado por cada uno de nosotros! Dios mismo, sacrificó a Su hijo y le LEVANTÓ de los muertos para borrar nuestros pecados.
¿Quieres saber más sobre la salvación? ¿Quieres beneficiarte de este privilegio? ¡Acércate a la Palabra de Dios! y allí vas a encontrar respuestas, avanzando en el conocimiento de Dios, Sus promesas y Su voluntad para ti.
¡Qué tengas un buen día!

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