El interés por el juego, es algo intrínseco en el ser humano y el querer ganar dinero “sin esfuerzo” es un anhelo que nos cautiva…
Existe una enfermedad asociada al descontrol por los juegos de azar: la ludopatía, que es tratada como una adicción y el número de enfermos crece cada día, y curiosamente aumenta de manera alarmante en tiempos de crisis, donde ganar dinero rápido y fácil, es un “clavo ardiendo” al que se agarran los que cuentan con menos recursos o no tienen un trabajo que pueda proveerles de la seguridad del sustento diario, aunque esto, -puede parecer paradógico…-
La Palabra de Dios habla del dinero y nos insta a ser prudentes y buenos administradores de él. Cada uno debe valorar sus “inversiones” y dar la importancia debida a las ganancias sin desasosegarnos por acumular bienes y sin caer en la tentación de poner las riquezas en primer lugar en nuestra vida, (es fácil caer…), la codicia por el dinero ha causado que algunos se hayan apartado de su fe.
“No viváis preocupados por tener más dinero. Estad contentos con lo que tenéis,
porque Dios ha dicho en Su Palabra: «Nunca te dejaré desamparado.»”
Hebreos
13:5
Es cuestión de confianza; Dios no permitirá si confiamos en Él, que nos falte lo que necesitemos, aunque sin duda, la influencia de nuestra sociedad que aspira a la comodidad y el confort, nos hace no conformarnos con lo que necesitamos, y siempre aspiramos a tener “más, y mejores” cosas que solo pueden comprarse con dinero.
Un tema más sobre el que reflexionar en este tiempo de Adviento.
Ten un buen día.

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