Adviento, 10 de diciembre 2019


La situación para la madre de Jesús, cuando quedó embarazada con apenas, -probablemente, 15 años-, tuvo que ser complicada…

De sobra es conocido por todos el pasaje de Lucas 1: 26-38 :- L
a Anunciación-, en el que un ángel de Dios se aparece a María para decirle que va a ser la madre del Mesías y unos versículos más adelante, de este pasaje, encontramos el Magníficat: canto de María en Lucas 1: 46-56 en el que vemos varias características de la elegida por el Señor para ser quién trajera a este mundo al Salvador:

-Su 
humildad: “mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador, porque se ha dignado fijarse en su humilde sierva.” (Lucas 1:48)

-Su 
prudencia: “María, por su parte, guardaba todas estas cosas en su corazón y meditaba acerca de ellas (Lucas 2:19)

-Su 
obediencia: “Aquí tienes a la sierva del Señor…” (Lucas 1:38)

-Su 
fe: “…qué él, haga conmigo, conforme me has dicho…” (Lucas 1:38)
Sobre todo esto, podemos sacar dos conclusiones:

1.- El Señor, puede usar a la persona -más 
insospechada-, y a nuestros ojos, tal vez, -no la más apropiada por sus circunstancias-, para realizar un MILAGRO a través de esa persona si esta dispuesta a obedecerle.

2.- Si 
obedecemos lo que Dios quiere, Él va a darnos las fuerzas para llevar a cabo cualquier cosa, (por imposible que parezca…), y propiciará las circunstancias para que todo salga bien, y conforme a Su voluntad.

María, fue una mujer de carne y hueso como nosotros: 
valiente y obediente, y por eso la consideramos una mujer de fe; ejemplo para nosotros de prudencia y obediencia a la Voluntad de Dios y ¡muy afortunada!, al ser elegida para ser la madre
 del Mesías. 

Ten un buen día.



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