Otra oportunidad...

Unas imágenes difíciles  de olvidar, fueron para mi el testimonio de la madre de un terrorista de ETA, que condenaba los asesinatos llevados a cabo por su hijo, pero que confesaba su amor incondicional por él; sus visitas a prisión y sus muestras de cariño, que incluían oraciones para que reconociera sus errores, se arrepintiera, y aunque eso no devolviera la vida a los que la había asesinado, al menos, pedía que su hijo reconociera su error y se disculpara ante las familias afectadas.

El amor de los padres hacia nuestros hijos, es algo difícil de describir... ¡es especial, generoso, único...! y cuando somos padres, podemos "entre-ver" el amor incondicional de Dios hacia Sus hijos, que es mucho más potente que el que los seres humanos somos capaces de demostrar.

Humanamente, sabemos que nuestros hijos se van a equivocar, y aunque intentamos prevenirles y evitarles que caigan en errores que están "cantados" que van a cometer, son ellos los que tienen que ser lo suficientemente maduros y haber aprendido de errores anteriores  para cambiar su actitud. Pasa lo mismo con nosotros y Dios, -nuestro Padre-: Él sabe que nos vamos a equivocar, que vamos a pecar, es por eso que en Su Palabra nos habla de perdón, y de nuevas oportunidades cada día.


"No hemos sido destruidos
porque Dios nos tiene compasión.
23 
Cada mañana se renuevan
su gran amor y su fidelidad."

Lamentaciones 3:22-23

Miramos al cielo agradecidos porque tenemos un Padre amoroso que nos da cada día una nueva oportunidad...


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