Jesús: III


Estudio Bíblico
Jesús III  
Su carácter   

Por las acciones que Jesús llevaba a cabo, podemos conocer Su carácter, y podemos afirmar que era ante todo, OBEDIENTE  a la hora de llevar a cabo  la misión que el Padre le encomendó; Su sumisión a Dios en todo momento, nos hace reconocerle como siervo, (siendo Dios), y esta característica debe ser ejemplo para cada uno de nosotros, pidiendo en nuestras oraciones, llegar a tener el carácter de Cristo.

Otra seña de identidad de Jesús, era Su Santidad, y es que a pesar de Su humanidad, fue Santo; nunca incurrió en  pecado porque a pesar de ser tentado, nunca cayó en la tentación (40 días en el desierto, sin alimentos y en soledad, ante la presencia de Dios, era “campo abonado”, para que Satanás le tentara, pero Él soportó la tentación, sin caer en ella.)

Era un hombre manso y humilde, que a pesar de ser Santo, y ser Dios, no dejó de comer con pecadores, de sanar a enfermos y de rebajarse poniéndose a la altura de los niños, las mujeres y todos los que eran despreciados en sus tiempos.

Siempre demostró templanza en Su comportamiento, solo revelándose, ante el pecado y las injusticias de este mundo, ya que Él también es nuestro prototipo de justicia.

Podemos añadir que era un hombre que siempre cumplía con Sus compromisos, tanto con Su Padre Celestial, como con Sus discípulos y seguidores, servicial y amable con ellos.

No podemos dejar de destacar que era un hombre capaz de perdonar, y de dar una y otra vez nuevas oportunidades a Sus apóstoles, que caían en errores casi continuamente, y que no eran capaces de entender muchas veces Sus enseñanzas, por lo que podemos añadir que era tremendamente paciente

Era sufrido y prudente, y el ejemplo más destacado es el Calvario; Su muerte en la cruz, es el mejor ejemplo: soportando el dolor y las humillaciones que recibió en las horas previas a su muerte.

También Jesús, era espontáneo y sincero, y así se muestra cuando una y otra vez es increpado por los religiosos de la época que continuamente le ponían a prueba y él siempre de manera natural y lleno de conocimiento les contestaba de forma magistral; siempre equilibrado y sin titubear respecto a Su doctrina. Cuando tomaba a los niños en brazos, demostraba una espontaneidad que llamaba la atención a todos los que le acompañaban.

Su actitud con el pecador arrepentido era de comprensión, de cercanía, y de amor… siendo tremendamente afectivo y tierno en muchas ocasiones; empático ante el dolor y el sufrimiento del ser humano.

No podemos dejar de destacar que Jesús también fue un hombre enérgico, y no callaba ante la injusticia, diciendo claramente lo que pensaba y no dudó en atacar a los Escribas y fariseos, poniéndoles "los puntos sobre las íes", y señalando sin paños calientes su hipocresía, falsedad, y legalismo, frente a su falta de compasión y amor, dejándoles en evidencia delante de quienes le estuvieran escuchando, señalando sus intereses egoístas.

Definitivamente, después de repasar rasgos de Su carácter, podemos decir que el Jesús humano”, era excepcional, y nuestro anhelo como discípulos debe ser:

 PARECERNOS a Él…
Continuará...


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