Una de las cosas más difíciles de esta vida es perdonar...
Los beneficios del perdón, no solo alcanzan a los creyentes, pueden gozar de ellos cualquiera que perdone.
"Quien perdona gana un amigo;
quien no perdona gana un enemigo."
Proverbios 17:9
Cuándo guardamos rencor hacia alguien, esa carga nos pesa... Incluso, si nos fijamos, puede que ese rencor con el que cargamos por el daño que alguien nos ha producido, nos hace más daño a nosotros que a la persona que nos ha hecho mal, ya que puede que sus intenciones de dañarnos, le hayan salido tan bien, que goza viéndonos sufrir, o incluso, puede, que la persona que nos haya hecho mal, simplemente se haya olvidado de lo que nos hizo, o simplemente, no haya calibrado que sus acciones nos han "triturado", llegando incluso a pensar, que tampoco era para tanto...
Así que , no perdonar, a quién más daño hace, es, al que guarda rencor, por lo que cargar con esa pesada carga, nos perjudica a nosotros mismos más que a los demás, así que seamos ¡"más listos que -los malos-"! y perdonémosles siguiendo nuestro camino sin "cargas".
Como creyentes, tenemos el ejemplo de Jesús ante nosotros que fue capaz de perdonar ¡hasta las últimas consecuencias!: muriendo para PERDONAR nuestras ofensas y restablecer la relación con nuestro Creador y poniendo ante nosotros la VIDA ETERNA.
Miramos al cielo, agradecidos por Su perdón...
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