Hablando con diferentes profesionales de las Redes Sociales, me llama la atención que grupos de personas con distintas aficiones, participan con mucha asiduidad tanto en Redes, como en foros y compartiendo en sus perfiles todo tipo de información, viviendo con pasión y de manera entusiasta, aquello a lo que dedican su tiempo libre, creciendo estas páginas de manera espectacular, casi casi, "por contagio"...
Senderistas, amigos de las "caravanas", de la Play Station, amantes del cine, los deportes, la decoración; fans de cantantes, actores, deportistas... etc, no dudan en regalar "me gusta" en sus páginas y viralizar cualquier información, proyecto, o novedad que tenga que ver con su pasión.
Lamentablemente, y después de trabajar los últimos años en las diferentes Redes Sociales, con publicaciones referentes a nuestra fe, los resultados son tan pobres, que me hacen plantearme si merece la pena el esfuerzo de publicar con la intención de que nuestro mensaje de Salvación, la lectura de la Biblia, aplicándola a nuestras vidas, y nuestra esperanza en la vida eterna, llegue a un puñado de personas...
¿Por qué, cualquier "apasionado", en su hobbie, no duda en compartir, publicitar, y viralizar el contenido de su afición, y a los cristianos nos cuesta tanto -propagar- en lo que hemos creído?, ¿qué está fallando?, ¿dónde está nuestro corazón?
No tengo respuesta a esta pregunta, y pienso en distintas hipótesis: tal vez, los cristianos piensan que las redes sociales, no sirven para compartir nuestra fe, solo son, para divertirse o vender, también, puede que no queramos que nuestros amigos no creyentes, sepan que Dios, forma parte fundamental de nuestra vida, y prefieren dar solo una imagen de profesionalidad en sus perfiles de las redes sociales, o solo quieren mostrar su parte más divertida o lúdica."Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón."
Mateo 6:21
Es complicado sacar conclusiones, sin hacer un estudio serio de campo, y sería muy interesante si dejaseis comentarios con vuestra opinión, porque sin duda serían de gran ayuda a la hora de plantear los contenidos en Redes Sociales, y sobre todo, quizás, retarnos a cambiar nuestra forma de pensar.
¿Se puede mirar al cielo y compartir en las Redes Sociales nuestra fe?
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