«Hay un carácter sagrado en las lágrimas.
No son un signo de debilidad, sino de poder.
Ellas hablan con más elocuencia que diez mil lenguas, son las mensajeras del dolor, de la contrición y del amor.»
Washington Irving.
Llorar, es sanador, pero por alguna razón, nos ocultamos para llorar... Cuándo somos niños, no tenemos problema en llorar en público, ¡es más!, a veces, los más pequeños, "utilizan el llanto" para llamar nuestra atención, y desde luego, para conseguir lo que quieren; los bebés lloran cuando tienen hambre o cuando quieren ser cogidos en brazos, además de ser un indicativo de dolor... pero a medida que vamos creciendo, nos "avergonzamos" de llorar, ya que nos sentimos vulnerables, e incluso "juzgados", por débiles...
Hoy en mirando al cielo, quiero hacer un alegato ¡a favor de las lágrimas!, y es que aunque nos digan que llorando no solucionamos nada, eso: ¡no es cierto...!
·En primer lugar, llorar, ¡nos desahoga!, ya que nos permite quejarnos "sin palabras" y nos des-estresa, porque cuando lloramos, se liberan dos hormonas: opiácedos endógenos y oxitocina, y esto, nos trae tranquilidad, a la vez que se eliminan las sustancias que se generan por la tensión nerviosa como el cloruro de potasio, manganeso, prolactina y adenocorticotropina.
·Al llorar, se liberan endorfinas (analgésicos naturales), que calman el dolor, y mejoran el estado de ánimo.
·También llorar, nos permite expresar sentimientos, ya que reprimirlos, o bloquearlos, nos pueden traer graves consecuencias físicas y mentales.
·Las lágrimas, hidratan nuestros ojos y lubrifican los párpados.
El versículo más corto de la Biblia, Juan, 11:35, solo tiene tres palabras:
"...y Jesús lloró..."
y, ¡lloró en público!, al enterarse de la muerte de su amigo Lázaro, y también leemos en la Palabra de Dios, otros momentos en los que Jesús expresó sus sentimientos por medio de las lágrimas: lloró por los pecados de la ciudad de Jerusalén, (Lucas 19:41), y también lloró, en Getsemaní, el día de Su muerte.
Si Cristo, no se avergonzó, ¿por qué nos avergonzamos nosotros?
Mirando al cielo, a veces, con lágrimas...
Que belleza......yo soy una llorona.
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