Sobre la obediencia...

Un tema muy interesante para reflexionar es:

 LA OBEDIENCIA.

¡Que levante la mano a quién le guste obedecer...!; lo que pasa, es que no es optativo para los que decimos amar a Dios. 

La obediencia, es la respuesta que damos al Señor como muestra de amor, entrega y agradecimiento por crearnos, salvarnos, perdonarnos, cuidarnos, regalarnos Su Espíritu Santo, y ofrecernos la vida eterna, entre muchas otras bendiciones.

"Si me amáis, guardad mis mandamientos" Juan 14:15

"Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.  El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en este verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él.  El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo. " 1ª Juan 2:3-6

Esto que acabamos de leer, hace necesaria una interpretación adecuada tras una reflexión, ya que puede llevarnos a un "legalismo", del que, el que más o el que menos, hemos sido víctimas... Obedecer por miedo al castigo, al que dirán en la iglesia, o a no "cumplir las tradiciones que por décadas, han imperado en  nuestras comunidades cristianas", no es una obediencia que se corresponda con ese AMOR que debe cubrir nuestra manera de actuar en obediencia a Dios.

Por otra parte: ¡No debería costarnos TANTO OBEDECER!, y es que cuándo quieres de verdad, la obediencia no debería ser un sacrificio, y menos aun cuando contamos con la ayuda del Espíritu Santo que nos provee de todo lo que necesitamos para presentarnos delante de Dios, sin olvidar, las consecuencias que trae a nuestra vida la OBEDIENCIA:

"Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.  Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas.  Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar. Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir." Deuteronomio 28:2-6


"Si obedeciereis cuidadosamente mis mandamientos que os prescribo hoy, amando al Señor vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma,  yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite. Daré también hierba en tu campo para tus ganados; y comerás, y te saciarás. Deuteronomio 11:13-15

Dale una vuelta, y: ¡me cuentas!


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