El evangelio de Juan es el más explícito en contarnos cómo fueron los hechos, tras el arresto de Jesús.
Juan 18:12-27 Primero, lo llevaron ante Anás, anterior Sumo sacerdote y suegro del que era el Sumo Sacerdote en ese momento: Caifás. Este primer juicio, frente a Anás, ya anciano y con suma experiencia dirigiendo el Consejo, les da el tiempo necesario para convocar al Sumo Sacerdote "oficial", Caifás y al Sanedrín, (Consejo Supremo y máxima autoridad religiosa).
Era el gobierno Romano el que tenía el derecho a condenar a muerte a los reos; el Consejo Supremo Religioso, solo podía juzgar, pero no podía ordenar la muerte de Jesús, y es por eso, que acuden a Pilato, (gobernador romano en ese momento), para que sea él, quien ordene la cruxcifixión de Jesús.
Un dato importante que tenemos en Marcos 14:55-57, es que los testigos que se presentaron en el juicio ante el Sumo sacerdote y el Consejo Supremo, (Sanedrín), NO COINCIDÍAN sus testimonios en las acusaciones contra Jesús, y para el derecho judío, era FUNDAMENTAL, que al menos dos testigos, testificaran lo mismo, contra alguien (pero parece ser que Jesús fue la "excepción", y aunque no hubiera dos o más testigos coincidiendo en sus acusaciones, consideraron a Jesús CULPABLE...)
"Los principales sacerdotes y todo el Concilio buscaban testimonio contra Jesús para entregarlo a la muerte, pero no lo hallaban, porque muchos daban falso testimonio contra él, pero sus testimonios no concordaban. Entonces, levantándose unos, dieron falso testimonio contra él..."
"El Sumo sacerdote le volvió a preguntar:
—¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito?
Jesús le dijo:
—Yo soy. Y veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del poder de Dios y viniendo en las nubes del cielo."
Marcos 14:61-62
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