¡Última Epístola! y ya solo nos queda Apocalipsis para acabar el Nuevo Testamento.
El autor de esta Carta es Judas, o Judá: hermano de Santiago y de Jesús. Se data sobre el año 65, y no conocemos ni el contexto ni los destinatarios a los que va dirigida.
Está muy bien estructurada, y vemos muchas similitudes con los capítulos 2 y 3, de la 2ª Carta de Pedro, (os animo a leer esta comparativa pinchando AQUÍ)
El tema central son las advertencias sobre los falsos maestros que ya, han entrado en la iglesia, describiendo su desordenada manera de vivir, que producen divisiones en la iglesia, abusan de la gracia, -convirtiéndola en libertinaje- y con sus falsas enseñanzas sobre el evangelio, hacen caer a otros...
Judas, compara a los falsos maestros con tres ejemplos del Antiguo Testamento que muestran la calamidad de sus caracteres : Caín, (envidia y muerte), el error por el lucro y dinero de Balaam (Números 22), y la Rebelión de Coré (Números 16)
¡Es una epístola dura!, que solo "afloja" al final, al utilizar la palabra "amados", y nos anima a tener memoria de nuestra fe, a ayudarnos unos a otros, a no juzgar a los más débiles que son engañados, más bien, ayudarlos sin aprobar su pecado, pero teniendo misericordia de ellos.
¡Preciosa doxología final! para dejar buen recuerdo de esta Carta:
"Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén."
Judas 1:24-25

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