En esta última parte de la 2ªCarta a los Tesalonicenses ; -la imperativa-, vemos que el trato que sus autores dan a la iglesia en Tesalónica es el trato del que hablábamos respecto al comportamiento de una madre-padre que educan a sus hijos en la ternura, pero también en la disciplina, ya que vemos en estas dos cartas, los consejos y cuidados propios de una madre, y las advertencias y correcciones de un padre...
Pablo, toma las riendas de esta carta y aunque Timoteo y Silas sean los co-autores, y las exhortaciones vayan en plural, al final de la carta quiere dejar claro que:
"La salutación es de mi propia mano, de Pablo, que es el signo en toda carta mía; así escribo." 2ª Tes: 3:17
Abundan en esta segunda parte las mismas indicaciones que en la primera, dedicando bastante espacio al tema de la "ética en el trabajo" advirtiendo sobre los ociosos, que probablemente al tener tanto tiempo libre, "enreden", se entrometan en temas y las vidas de las personas y enseñen equivocadamente; incluso animan a no acercarse a ese perfil de personajes...
Estas dos cartas, -escritos muy tempranos-, nos muestran que la Palabra de Dios, ¡no pasa de moda!, ya que en la actualidad, seguimos lidiando con los mismos problemas que había en el el siglo I, y que los consejos dados por los autores de esta carta, son igual de útiles que lo fueron en la antigüedad, y podemos identificarnos también en que el ser humano, cuando esta "ocioso", puede ser perjudicial para él mismo y para su comunidad...
Una carta más beligerante que la 1ª a los Tesalonicenses, ya que trata frontalmente el problema de los falsos maestros y falsas teologías, pero transmitiendo en todo momento la confianza en que la iglesia en Tesalónica, sigue firme y ¡adelante!
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