El capítulo 8 del evangelio según Marcos, es la "bisagra" que separa los dos grandes bloques en los que se divide este libro, y Jesús pasa de Hijo de Dios (victorioso, terapeuta y exorcista) a denominarse a sí mismo como HIJO DEL HOMBRE, anunciando en repetidas ocasiones Su muerte.
Jesús aparece en esta segunda parte como siervo (viene a este mundo a servir y no a ser servido Marcos 10:45), pero sobre todo; vino a MORIR, y aunque cuando Sus discípulos le escuchaban decirlo, ¡no les gustaba nada...!, ¡no entendían que ese era el propósito de su venida!
También vemos que hace invitaciones a que le sigan (el joven rico, que es la única persona que declina la invitación cuando Jesús le anima a seguirle, dejando atrás sus riquezas...)
Esa invitación de Jesús a tomar la cruz y seguirle, ¡llega hasta hoy! y aunque admiremos a ese Jesús, que hace milagros, saca demonios y enseña de manera creativa por medio de parábolas de la primera parte de Marcos, es el Jesús sufriente, ¡que muere a nuestro favor!, el que debería conquistar nuestro corazón, y el que espera nuestra respuesta.
"Y llamando a la multitud y a sus discípulos, les dijo:
-Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame.
Marcos 8:34
Mañana os cuento sobre el evangelio según Lucas...
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