Marcos (1ª parte) : ¡Acción!

Cómo te conté ayer, Marcos fue el primer documento del evangelio que fue escrito y fuente de inspiración para Lucas y Mateo.

Te animo a que leas el libro completo de Marcos. Con esa perspectiva, todo lo que te cuento, adquirirá otra dimensión.

Marcos, no era uno de los doce apóstoles que Jesús eligió, pero aparece en algún pasaje bíblico, como Juan Marcos, hijo de María, dueña de la casa donde en ocasiones se reunía Jesús con Sus discípulos, así que desde muy joven, vio moverse a Jesús cuando enseñaba. También viajó con Pablo y Bernabé.

Llama la atención, varios pasajes en los que Jesús tiene encuentros con endemoniados, y los malos espíritus, RECONOCEN que Cristo era el hijo de Dios:

El espíritu le gritó a Jesús:

—¡Jesús de Nazaret! ¿Qué tienes contra nosotros? ¿Acaso vienes a destruirnos? Yo te conozco. ¡Tú eres el Hijo de Dios!

Marcos 1:24

la enseñanza que sacamos de esto, ¡es muy IMPORTANTE!: no basta con que creamos en Jesús (los demonios, también son conscientes de Su existencia), ¡pero están en el otro extremo!, no le obedecen, no le adoran, ¡son sus enemigos!, por lo que creer en Jesús, ¡no nos hace estar de Su parte!, se necesita algo más...

El evangelio según Marcos, desde su inicio, va en ascensión a nivel "acción trepidante"; se suceden las sanidades y toda clase de milagros, hasta llegar a un punto, -justo-, a la mitad del documento en el que aparece la sentencia más importante del libro: 

Marcos 8:27 (te animo a que lo leas...)

A partir de este momento, Marcos da un giro y los últimos capítulos del libro, nos describe con detalle la pasión, muerte y resurrección de Jesús.

Algo que llama la atención, en el evangelio según Marcos, es lo que se llama: "El secreto Mesíanico", y es esa actitud de Jesús, de pedir, a los que sana, que ¡NO COMENTEN NADA de lo ocurrido...! esto, -nos llama mucho la atención...- La explicación, más coherente y extendida para explicar esa actitud de Jesús, es que pensaba que el pueblo hebreo, deseoso de recibir a ese Mesías tan esperado, podrían tomar a Jesús, como el "caudillo, milagrero", y confundirle con un "héroe poderoso", surgiendo una especie de "club de fans" y no era el propósito para el que Jesús vino.

¿Qué te parece? Interesante, ¿no?

Mañana, más...

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