también a los adultos, que por -pura ignorancia,- no sabemos cómo hacer bien las cosas y salimos al paso de cualquier manera... pero otras veces a pesar de saber como se hace bien, nuestra tendencia es salir del paso de maneras poco adecuadas...
Dios como PADRE, nos corrige, (si se lo permitimos...) y el resultado, como ocurre cuándo lo hacemos con nuestros hijos, es que nuestra forma de hacer las cosas, cambia, y mejora; ¡somos muy afortunados!, ¡bienaventurados! por contar con Su ayuda y corrección.
Podemos también elegir no hacer caso de la corrección, pero normalmente, hacer las cosas mal, no nos lleva a buen puerto... y nos cavamos nuestra propia tumba...
Toca elegir: ser humilde y aceptar la corrección, o... atenernos a las consecuencias de nuestros comportamientos...
La libertad es uno de los regalos más preciosos que Dios nos dio, pero debemos utilizarla con responsabilidad y con humildad.
Ten un buen día.
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