Los que confiamos en el
Señor, resbalamos y nos caemos como el resto de los mortales... físicamente y
también -damos traspiés- y cometemos errores que nos desvían del camino.
n que lo permita, por lo tanto, los tropiezos e incluso, esas caídas tienen que servirnos para ver más allá, para confiar más, para que en cada cosa que nos ocurra tengamos la certeza que TODO tiene un propósito en nuestra vida y también en las personas que nos rodean.
¿Se puede tener consuelo y alegría cuando tenemos mil preocupaciones? Pues aunque pueda parecer difícil e incluso imposible:
¡se
puede!
porque tenemos que confiar en que ¡Dios es más grande que nuestros
problemas y puede ayudarnos con nuestras preocupaciones, con nuestras cargas!
Cuándo creamos eso de verdad , de verdad... ¡nuestra vida va a cambiar!
Que tengas un buen día.
Que tengas un buen día.
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