Mandamientos...



Eso de "mandamientos..." por regla general, no nos gusta mucho al ser humano... Qué te manden, y tener que obedecer, es un -trabajo- del que solemos huir... preferimos hacer lo que nos apetece y no ceñirnos a normas de nadie.

Por eso cuando oímos la palabra "mandamientos" nos ponemos tensos, y creemos que eso nos va a condicionar, ¡que nos va a obligar a hacer lo que no queremos!... ¡nos suena a prohibición!, a
sí que encontrar la palabra "VIVIFICADO" (dado vida) al lado de: -mandamientos- suena un poco contradictorio...

¡Pero así es para el cristiano! El objetivo de los mandamientos que Dios nos da, es ayudar a Sus hijos a vivir de acuerdo con Su voluntad y mejorar la relación con los demás. Los mandamientos son "instrucciones de conducta" que nos van a ayudar a vivir vidas plenas y a no sufrir las graves consecuencias de contradecir esos mandamientos (que no son castigos, por no cumplirlos ... solo pagamos las consecuencias de ir por un camino diferente)

Te invito a hacer un ejercicio... pensad en un mandamiento dado por Dios, ¡el que queráis! y analizarlo profundamente...

Pensáis de verdad que obedecerlo ¿es malo para nosotros?, qué obedecerlo, ¿nos va a traer falta de libertad?




¡Reflexionemos sobre esto...!


Ten un buen día


abril 2016

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