Ejercer la PIEDAD, es actuar para agradar a Dios.
A veces participamos en iniciativas muy genuinas de ayuda pero debemos
reflexionar y plantearnos:
Cómo cristianos, ayudar se convierte en una doble bendición: agradamos a Dios que nos pidió que lo hiciéramos y a la vez, prestamos atención, consuelo o socorro al que está en necesidad, ¡somos valiosos instrumentos de ayuda! Dios multiplicará recursos por Su bondad y nosotros haremos nuestra parte...
¡Ejerzamos la piedad! ¡Qué alegría poder ayudar a quién lo necesita, y agradar a Dios con ello!
Que tengáis un buen día.
Marzo 2016
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