Muerte 2: Acompañar

Supongo que no soy la única que ante la presencia de la muerte, no encuentro palabras capaces de consolar o aliviar, y hasta me atrevo a decir: palabras coherentes, cuando estamos viendo irse a la persona querida o cuando intentamos empatizar con los familiares que acaban de despedirse y están rotos de dolor por la ausencia definitiva del ser al que aman.

Otra vez, se pasea el "miedo" por la habitación, por nuestra cabeza, y la falta de recursos para decir algo que pueda aliviarles, y esto, hace que nos sintamos acobardados o metamos la pata diciendo algo, en muchas ocasiones poco conveniente:

-Bueno, ya ha descansado y ahora toca descansar también, o 

-¡Pasará!... ¡ya lo verás! o 

-¡Hay que seguir adelante...

Úfff... ¡Qué complicado...!

Pero me salgo de este jardín (al que pretendo volver más adelante), e ir un poquito más atrás.

Imagino que más de una persona que está leyendo esto, ha pasado por el acompañamiento a un enfermo que está próximo a morir... ¡Esta es otra asignatura pendiente para muchos!

¿Cómo acompañar bien en estos momentos?

La experiencia en primera persona, y tras la lectura de profesionales que han escrito dando pautas al respecto para estas circunstancias, lo más indicado es que cuándo los sanitarios comunican que no queda mucho, toca ser valiente y dar prioridad al enfermo, y se trata de no gastar energía en rebelarse contra la situación, (que se ha vuelto irreversible), y utilizar esta energía en pasar todo el tiempo posible al lado del que sufre, que probablemente, tenga dolor (físico y emocional), o miedo ante lo inminente de su marcha, y darle tranquilidad para que no se sienta sola, y sí muy querida, acompañada y escuchada.

No es lo mismo ser creyente/sapiente de que te espera "algo" tras la muerte del cuerpo, que pensar que tras el último aliento, no hay nada...Tampoco es lo mismo ser acompañante cuando hay una esperanza en que tras la partida de la persona que se marcha hay más vida, que pensar que con su marcha todo termina para siempre... esto: ¡es desolador y desesperante!, por eso, el papel del acompañante es MUY IMPORTANTE ya que su cometido no solo consiste en estar, también, es el momento clave para ayudar a la persona a ponerse a bien con Dios y con sus familiares y amigos antes de partir

"El Señor es refugio de los oprimidos; es su baluarte en momentos de angustia."

Salmos 9:9

En el próximo post avanzamos un poquito más en esto.

(Inspirado por mi maestro y amigo Mariano Blázquez Burgo)

 continuará...

La muerte: base del miedo 1ª parte




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