Meditación y disciplina espiritual del silencio

 Últimamente, escucho y leo mucho sobre salud física y mental, porque sinceramente, creo que los cristianos, nos centramos mucho en "lo espiritual", ¡y es estupendo!, pero no creo que  -ignorar- nuestro físico y nuestra mente, sea correcto, ya que somos seres integrales y todas las partes del ser humano son creación de Dios, pero imagino que todavía resuena en nuestras cabezas que lo "carnal" es malo... (mucha tradición, nos persigue...)

Soy la primera, que por mi forma de ser, prefiero leer y escuchar sobre mi fe, que aprender sobre salud mental, hormonas, nutrición, y mucho menos ejercicio... pero está claro que no podremos llevar a cabo una vida espiritual saludable ignorando cuerpo y mente.

Os cuento que las máximas autoridades sobre salud física y mental, recomiendan el ejercicio físico, adecuado a cada edad y condición como el pilar básico de salud, seguido muy de cerca de una buena alimentación, un descanso reparador y dedicar todos los días un tiempo a la meditación.

En nuestras iglesias, entendemos la meditación, como ese momento en el que nos acercarnos a la Palabra de Dios, y el Espíritu Santo, nos da discernimiento  y nos ilumina  para obtener una enseñanza, que nos permita conocer más y mejor a Dios, y que Su poder, transforme nuestra vida para poder llevar a la práctica lo que hemos leído, pero cuando los "expertos en salud física y mental" recomiendan la meditación como una práctica saludable, no se refieren a esto, sino a un entrenamiento mental para vivir el aquí y el ahora, utilizando la respiración para aquietarnos y apartar de nuestra mente preocupaciones, distracciones, o cualquier interferencia que nos haga pensar en el pasado o en el futuro.

No nos vamos a engañar... este tipo de meditación. ¡no está bien vista en nuestras iglesias!

Pensar en "nada", se considera además de -imposible-, ¡una pérdida de tiempo!, y es más ofensivo aún cuando utilizan esta palabra: -MEDITACIÓN-, (que consideramos nuestra) , para llevar a cabo algo tan... ¿alternativo? 

Pues os voy a decir algo que probablemente, va a diezmar los seguidores de "Mirando al cielo",  pero también estoy por asegurar que los que tengan "open mind" (mente abierta), y se atrevan a probarlo, les va a gustar...


Siempre me ha llamado la atención, que podamos pasar de los saludos y el jaleillo cuando llegamos a la iglesia los domingos a ese estado casi automático de "espiritualidad" que nos permite, arrancarnos a orar, o a cantar alabanzas, sin un tiempo de silencio en el que poder aquietar nuestra mente y nuestro corazón, y olvidarnos de lo que nos ha costado aparcar, la comida que hemos dejado a medio preparar, e incluso organizando la agenda de mañana...

Me encantaría hacer un "experimento" antes de empezar nuestras reuniones dominicales, dejando unos minutos de silencio y concentración, (no tiene porque ser fijándonos en nuestra respiración, -o si- a elección de cada persona), y que nos permita des-acelerar y  presentarnos delante de Dios, en calma, con la mente limpia de cargas para podernos dedicarnos a cantar y a comunicarnos con Él sin prisa, sin interferencias...

Cómo sé que es algo casi impensable, "altamente revolucionario"  y es bastante improbable que pueda convencer a todo un grupo de intentarlo, (entre otras cosas porque el silencio en la actualidad, nos resulta incómodo y largo...), además de oler a "New Age" (Nueva Era...), si me puedo permitir invitaros, - a los que todavía queden por aquí...-,  a practicarlo en privado.

Tomaros unos minutos de silencio y quietud antes de empezar a orar o a leer la Palabra de Dios, ¡y sí!, he dicho MINUTOS (por ejemplo cinco), donde limpiéis vuestra mente de preocupaciones y agendas, donde el corazón se aquiete y podamos presentarnos delante del Señor tranquilos y relajados, y esto ¡no es New Age! es ni más ni menos que practicar la disciplina espiritual del silencio.





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