Es cierto que en la actualidad, su situación económica no tiene mucho que ver a la que se enfrentaban las mujeres que perdían a sus esposos del Antiguo y Nuevo Testamento. En esos tiempos, no existían sistemas de pensiones, y aunque las actuales, no dan para ·"hacerse ricas", más o menos permiten salir adelante, pero la realidad de las mujeres viudas en la antigüedad, era que quedaban absolutamente desprotegidas de medios económicos para subsistir y eran sus hijos, los encargados de que nos les faltara alimento y cobijo.
Pero hay una faceta en la que las cosas no han cambiado, y es que la situación de tristeza y soledad a la que se enfrentan las viudas en la actualidad, es exactamente la misma que antaño, y su necesidad de protección emocional por parte de sus hijos, familiares, amigos y vecinos no ha desaparecido...
¿Qué estamos haciendo respecto a las viudas que conocemos? Cómo decíamos ayer, en el momento que se produce el fallecimiento de su ser querido, es arropada por toda la comunidad, pero a lo largo de los días, cada uno seguimos con nuestra vida, y no estamos tan atentos a esa mujer que ha perdido a su compañero de vida...
No sería mala idea que nos planteáramos el cuidado de las personas solas, como una labor de todos, y organizarnos para ser compañía y apoyo para las que tenemos cerca ya que no son -solo- responsabilidad de los pastores, ni del departamento de visitación en las iglesias; ¡todos!, debemos ser responsables de su cuidado!
Que realidad más grande sobre las viudas de la actualidad. Parece que cambien los tiempos pero no es así.
ResponderEliminarQue realidad más grande sobre las viudas de la actualidad. Parece que cambien los tiempos pero no es así.
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