"Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado;
y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane."
Isaías 40:4Suena muy "bucólico", cuando en los devocionales se compara la vida del cristiano con "los valles, las cimas, los ríos de agua viva, el vuelo de las águilas..." pero cuando nos toca experimentar esas comparaciones en nuestras vidas... eso: ¡es otra cosa! y ya no es tan bonito...
Los valles, están ubicados entre las montañas, y aparentemente; -cuesta menos- caminar por ellos que subir a las cimas, pero el problema de los "valles", es que solemos perdernos con la mirada sin encontrar donde acaban... Además, suelen ser lugares umbríos, donde el sol no llega porque las montañas, les hacen sombra y solo se iluminan, cuando el sol, esta arriba del todo...
Puede que estés en un momento "valle" en tu vida... sombras, y sin claridad al final del camino, (que ya se te está haciendo largo...), y si miras a la derecha y a tu izquierda, solo ves montañas altas, que parece que se te van a echar encima y además, son muy difíciles de escalar, por lo que solo te queda, mirar al cielo en busca de aliento...
Miremos donde miremos, podemos encontrar una enseñanza para nuestra vida espiritual. Dios, no hizo nada por capricho: ¡todo lo que ha hecho es bueno!, y nos ayuda, anima y enfoca a mirar hacia arriba, dónde Él, siempre está dispuesto a acompañarnos en las sombras, el cansancio, la apatía y la desesperanza; pero: ¡depende de nosotros hacia dónde queremos mirar...!
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