Y es que no pensamos que cada decisión que tomamos a diario, aunque nos parezca sencilla, tiene una trascendencia, que no alcanzamos a imaginar... y es que detalles que aparentemente no tienen importancia, pueden cambiar nuestra vida...
No debemos vivir con incertidumbre cada minuto planteándonos que es lo que Dios quiere que hagamos, y la única solución para vivir tranquilos sabiendo que nuestras acciones están alineadas con la Voluntad de Dios, es que su Palabra esté tan interiorizada en nosotros, que nos comportemos casi, como si tuviéramos un resorte que nos impulsara a comportarnos como el Señor querría que lo hiciésemos.
"Me deleito en hacer tu voluntad, Dios mío;
tu ley está dentro de mi corazón."Salmos 40:8¡No hay "formulas mágicas" ni atajos para descubrir la voluntad de Dios para nuestras vidas! En la Biblia, encontramos todos los parámetros para vivir y tomar las decisiones adecuadas, y aunque creamos que en la Biblia no pone nada sobre el modelo de coche que nos debemos comprar, o si debemos cambiar de móvil, o el nombre y apellidos de la chica o el chico con quién que deberíamos casarnos, o que carrera elegir, etc, la Palabra de Dios, sembrada en nuestros corazones, y la dirección del Espíritu Santo, nos hará tomar la decisión adecuada, incluso, no debemos sorprendernos si de repente, creemos con absoluta clarividencia, que no es el momento de cambiar de coche, o que percibimos que solteros, vamos a poder cumplir mejor el propósito para el que el Señor nos creo...
¡No hay NADA que el Señor no nos pueda revelar desde Su Palabra.! Miramos al cielo, y leemos la Palabra de Dios.
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