“Enfajarse” es bueno en estas circunstancias, (mientras dure el #coronavirus2020), porque ponernos metas a diario, (y digo cada día, porque es, lo más sabio en estos momentos: pensar en vivir el día de hoy lo mejor posible, sin hacer planes para mañana) y de esto, ya nos hablaba la Palabra de Dios desde hace mucho tiempo...:
"Así que no os preocupéis por lo que pasará mañana. ¡Ya tendréis tiempo para eso!. Recordad que ya tenemos bastante con los problemas de cada día. "
Mateo 6:34
evitaremos frustraciones si no se cumplen los “objetivos” que nos planteemos tanto a corto como a largo plazo.
También ADAPTARNOS lo antes posible a la nueva situación, ¡nos hará sufrir menos!, porque si os fijáis, sufrimos porque nos cuesta aceptar el contratiempo, el no poder seguir con nuestra rutina o hacer lo que nos venga en gana: salir, comprar a discreción, pasear, quedar con amigos...
Siempre he admirado a los surfistas, esa ola que a cualquier mortal asustaría, ell@s la aprovechan para ¡DIVERTIRSE! así que desde aquí hago un llamamiento a “coger esta ola-peligrosa-sumamente-contagiosa” que conlleva el virus, para favorecernos y utilizar la fuerza del mal; darle la vuelta, y aprovecharla para nuestro beneficio...
Ocupar 24 horas durante varios días, no va a ser fácil... porque de ninguna manera, ¡huele a vacaciones!, y voluntariamente, no hemos decidido convertirnos en “monjas de clausura”, por lo que "enclaustrarnos" no es tarea fácil... Puede, que a lo mejor los tres o cuatro primeros, hasta molen!, porque te pones al día de sueño, limpias un poco la casa, llamas a gente, o terminas de leer el libro que empezaste el verano pasado... pero como no sabemos lo que nos queda en nuestro "confinamiento" sugiero que cada uno y con libertad y flexibilidad, organice de nuevo sus rutinas (nos guste o no, el ser humano tiende a sentirse seguro cuando tiene que cumplir un horario y unas normas... parece paradójico con lo que nos gusta la libertad!, pero es la purísima verdad), así que siéntate ante el folio en blanco y ¡hazte un horario! en el que no puede faltar, una buenísima higiene (no vale pijama todo el día y aunque nadie me vea...), salir a respirar un poco de aire a la ventana, terraza o más privilegiados al jardín, haciendo al menos media horita de ejercicios (SAN YouTube tiene ejercicios para cachitas a los que ni de lejos, estamos en forma...)
Comer bien y sano, hidratarnos, respetar horas de las comidas, prolongar la sobremesa (eso que tanto hemos deseado, ¡podemos llevarlo a cabo ahora!). Limpiar a fondo una habitación al día, (un par de horas; -sin volvernos locos-), deshaciéndonos de esas cosas que no usamos y ahora que tenemos tiempo, decidiremos sin prisas y con conocimiento, si de verdad las necesitamos o no,. También, es el momento de ¡leer todo lo que tenemos pendiente!, llamar a los que sabemos que están solos y no pueden hablar en persona con nadie y vernos las caras, (Skype, FaceTime, WhatsApp)
Mis “fuertes” son algo “débiles”, pero me toca esforzarme en intentar ANIMAR, AYUDAR o tender una mano a los que están al otro lado de la pantalla y aunque estén a cientos de kilómetros, -sufriendo-, sentir una “mano virtual”, da calor y ánimo y si hoy lo he conseguido: ¡estoy muy satisfecha!.
¡Ten un sereno y prudente día!
#YoMeQuedoEnCasa
#QuédateEnCasa.
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