Nada nuevo bajo el sol, queridos líderes.

Leía un artículo que me ha pasado mi marido de Pete Walsh, (autor de varios libros y experto en organización, y psicología educativa) en el que describía como construir un equipo de empleados fieles y apasionados, y no he podido evitar, compararlo con lo que hacemos en las iglesias, (o deberíamos hacer...) 

No hay NADA NUEVO bajo el sol, y la PALABRA de DIOS marca el camino -desde hace mucho tiempo- que actualmente, el "marketing", aplica en sus empresas. Os animo a que lo leáis. 

"La falta de trabajadores motivados puede ser la mayor amenaza por sí sola que los pequeños negocios afronten en la economía actual. Incluso teniendo un gran producto, su empresa no será sostenible sin empleados con experiencia y comprometidos que le ayuden a cumplir su misión.


Si es propietario de un pequeño negocio, la pregunta más importante que quizá deba hacerse es: ¿cómo puedo atraer y conservar a los mejores para que me ayuden a hacer que mi negocio crezca? Desde mi experiencia trabajando con empresarios durante más de 20 años, he visto que las personas quieren hacer cosas importantes para alguien en quien confían y con quien disfrutan trabajando. Los empleados dejarán su empresa sin duda alguna si usted y sus líderes no satisfacen esos fundamentales deseos internos. Además, se invierte un dinero y tiempo importantes en contratar y formar a un equipo. Perder empleados le puede llevar a tener malas experiencias con los clientes, perder ingresos y tener un equipo con baja moral. 

A continuación, le dejo mis consejos para generar fidelidad y evitar perder dinero con rotaciones de personal:

-Sea consciente de hacia dónde se dirige. 

-Tenga una visión y misión claras que atraigan a un público amplio. Su objetivo es conectar los sueños de sus clientes con los de sus empleados. 

-Empleados felices y fieles llevan a clientes felices y fieles. Su energía es contagiosa. 

-Muestre el camino. Muestre tener inteligencia emocional y la capacidad de conectar con todos los miembros de su equipo. 

-Debe estar listo para relacionarse, plantear preguntas y mostrar un interés auténtico por el bienestar de su equipo. No les importará cuánto sepa hasta que sepan cuánto se preocupa. 

-Predique con el ejemplo. Debe demostrar constantemente los valores de su empresa y ganarse y mantener la confianza de sus empleados. Las tendencias culturales actuales, junto con las opiniones en redes sociales, nos han llevado a un mayor nivel de transparencia y responsabilidad sobre las experiencias en el lugar de trabajo. 

-Sus empleados le ven todos los días.

          -Más le vale ser constante si espera que transmitan su mensaje a los clientes y que se     queden a largo plazo.

-Este tipo de líder es a la vez jugador y entrenador. Cuando trabaja junto con su equipo gana respeto y lealtad profesional. Preocúpese por lo que sus empleados quieren y necesitan para conseguir la felicidad, y estará en el buen camino para obtener la suya propia.

 

A lo mejor, algun@s estaréis pensando: ¿qué tiene esto que ver con la iglesia? , pues voy a hacer un pequeño ejercicio de "paráfrasis", y os animo a que penséis si vuestros líderes actúan como ese "propietario de pequeño negocio" del artículo...

"La falta de hermanos motivados en la iglesia puede ser la mayor amenaza por sí sola que las iglesias afronten en la época actual. Incluso teniendo una gran COMISIÓN, su IGLESIA no será sostenible sin CREYENTES con experiencia y comprometidos que le ayuden a cumplir la misión.

Si forma parte del liderazgo de su iglesia, la pregunta más importante que quizá deba hacerse es: ¿cómo puedo atraer y conservar a los mejores para que me ayuden a hacer que mi iglesia crezca y podamos llevar a cabo LA GRAN COMISIÓN? Desde mi experiencia trabajando con CRISTIANOS durante más de "X" años, he visto que las personas quieren hacer cosas importantes para alguien en quien confían (Dios), y con LIDERES con los que disfrutan trabajando y son de guía, ánimo y motivación. Los que forman parte de la Comunidad  dejarán su IGLESIA sin duda alguna si el liderazgo de la iglesia no satisface esos fundamentales y deseos internos. Además, se invierte  un tiempo precioso y ORACIÓN  en formar a un equipo. Perder HERMANOS le puede llevar a tener malas experiencias con el resto de la iglesia, perder tiempo y tener una congregación sin compromiso. 

A continuación, le dejo mis consejos para generar fidelidad y evitar perder HERMANOS COMPROMETIDOS que dejan de colaborar en la iglesia, y hay que volver a empezar a formar a otros : 

-Sea consciente de hacia dónde se dirige. 

-Tenga una visión y misión claras que animen a trabajar y hagan sentir PARTE de la MISIÓN a los que trabajan. Su objetivo es predicar el EVANGELIO y conectar a hermanos entre sí y a nuevos creyentes  

-Liderazgo COMPROMETIDO, consigue una comunidad comprometida y fiel que trabaja por y para la MISIÓN. El compromiso: "es contagioso"

-Muestre el camino. Muestre tener inteligencia emocional y la capacidad de conectar con todos los miembros de su IGLESIA (no dejar de orar y pedir siempre la dirección del Espíritu Santo). 

-Debe estar listo para relacionarse, plantear preguntas y mostrar un interés auténtico por el bienestar de su IGLESIA. No les importará cuánto sepa hasta que sepan cuánto se preocupa. 

-Predique con el ejemplo. Debe demostrar constantemente los valores del REINO  y ganarse y mantener la confianza de su COMUNIDAD. Las tendencias culturales actuales, junto con las opiniones en redes sociales, nos deberían llevar un mayor nivel de transparencia y responsabilidad sobre las experiencias en LA IGLESIA (que sea verdad eso de: "mirad cómo se aman...)

-LOS HERMANOS de la iglesia miran y respetan a sus líderes.

          -Más le vale ser constante si  el liderazgo de la iglesia espera que se transmita la           

          visión a la comunidad  y se consolide  a largo plazo.

-Este tipo de líderazgo es a la vez jugador y entrenador. Cuando trabaja junto con su iglesia gana respeto y lealtad. Preocúpese por lo que sus hermanos quieren y necesitan para conseguir llevar a cabo LA MISIÓN, y estará en el buen camino para que la IGLESIA AVANCE, MADURE Y SE CONSOLIDE, con la ayuda de DIOS.


 ¿Qué opinas...? 


El buen Samaritano 2.024 ¿existe?

La primera vez que leí estos versículos hace muchos años, sentí que mi corazón se rompía...

"Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver,  sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados. "

Santiago 5:19-20

Y es que muchas veces, el Espíritu Santo me ha llamado la atención y he podido contactar con  hermanos de la iglesia, que con o sin un motivo justificado, desaparecen de la comunidad...

¡Hoy ha vuelto a ocurrir!, y siento de corazón que en la mayoría de las iglesias, no haya un ministerio con personas a los que les duela el corazón cuando parte del "cuerpo" desaparece...

He hablado más de una vez de este tema con líderes, pastores y consejeros y todos coincidimos en que si el amor que nos tenemos unos a otros fuera más auténtico, y sobre todo procediera del Señor, no ocurrirían tantas "deserciones" y si se dieran, algún "buen Samaritano" iría en su ayuda...

Todos debemos ser responsables de nosotros mismos, pero también, deberíamos estar pendientes de nuestr@ herman@, que deja de reunirse. 

Viene a mi cabeza Génesis 8:9

"Y el Señor dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?"  

Génesis 4:9

No, no me he vuelto loca, sé que el caso de Caín y Abel son "palabras mayores", pero salvando las distancias, creo que deberíamos entender que el Señor, tiene mucho interés en que sepamos -dónde-, y en qué andan nuestr@s herman@s "desaparecid@s"


La persona con la que hablé esta mañana, formaba parte de un grupo de hogar, daba clase a los niños, formaba parte del equipo de bienvenida, y era parte activa del grupo de oración. Hace meses que no va a la iglesia y las razones que me daba, son más que justificadas... 

¡Entiendo su dolor, su pena y frustración! aunque nuestro mal comportamiento con esa persona, no debería impedir que pueda reunirse en otro lugar, y ponga a disposición de otra iglesia, y para la gloria de Dios sus muchísimos talentos.

¿Aprenderemos en algún momento a querer bien a nuestros hermanos?, a cumplir eso de:

 QUERER AL PRÓJIMO COMO A NOSOTR@S MISM@S

Oro por esta persona y por muchas más que en este 2.024 "han desaparecido" de nuestras congregaciones, y le pido al Señor, que cambie corazones de piedra, por corazones de carne a Sus hijos...

Muerte 2: Acompañar

Supongo que no soy la única que ante la presencia de la muerte, no encuentro palabras capaces de consolar o aliviar, y hasta me atrevo a decir: palabras coherentes, cuando estamos viendo irse a la persona querida o cuando intentamos empatizar con los familiares que acaban de despedirse y están rotos de dolor por la ausencia definitiva del ser al que aman.

Otra vez, se pasea el "miedo" por la habitación, por nuestra cabeza, y la falta de recursos para decir algo que pueda aliviarles, y esto, hace que nos sintamos acobardados o metamos la pata diciendo algo, en muchas ocasiones poco conveniente:

-Bueno, ya ha descansado y ahora toca descansar también, o 

-¡Pasará!... ¡ya lo verás! o 

-¡Hay que seguir adelante...

Úfff... ¡Qué complicado...!

Pero me salgo de este jardín (al que pretendo volver más adelante), e ir un poquito más atrás.

Imagino que más de una persona que está leyendo esto, ha pasado por el acompañamiento a un enfermo que está próximo a morir... ¡Esta es otra asignatura pendiente para muchos!

¿Cómo acompañar bien en estos momentos?

La experiencia en primera persona, y tras la lectura de profesionales que han escrito dando pautas al respecto para estas circunstancias, lo más indicado es que cuándo los sanitarios comunican que no queda mucho, toca ser valiente y dar prioridad al enfermo, y se trata de no gastar energía en rebelarse contra la situación, (que se ha vuelto irreversible), y utilizar esta energía en pasar todo el tiempo posible al lado del que sufre, que probablemente, tenga dolor (físico y emocional), o miedo ante lo inminente de su marcha, y darle tranquilidad para que no se sienta sola, y sí muy querida, acompañada y escuchada.

No es lo mismo ser creyente/sapiente de que te espera "algo" tras la muerte del cuerpo, que pensar que tras el último aliento, no hay nada...Tampoco es lo mismo ser acompañante cuando hay una esperanza en que tras la partida de la persona que se marcha hay más vida, que pensar que con su marcha todo termina para siempre... esto: ¡es desolador y desesperante!, por eso, el papel del acompañante es MUY IMPORTANTE ya que su cometido no solo consiste en estar, también, es el momento clave para ayudar a la persona a ponerse a bien con Dios y con sus familiares y amigos antes de partir

"El Señor es refugio de los oprimidos; es su baluarte en momentos de angustia."

Salmos 9:9

En el próximo post avanzamos un poquito más en esto.

(Inspirado por mi maestro y amigo Mariano Blázquez Burgo)

 continuará...

La muerte: base del miedo 1ª parte




La muerte 1: Raíz de todos los MIEDOS...

 Nos pasa a tod@s... o a casi tod@s...

No nos gusta escuchar hablar de "este tema". La cultura occidental, tiende a meter todo lo referente a LA MUERTE  "debajo de la moqueta" y es que no hay una pedagogía sana para normalizar el fin de la vida.

No enseñamos sobre ella a nuestros hijos en casa, o en el colegio, -solo recuerdo eso que nos enseñaban en clase de Ciencias-:

" El ser humano: nace, crece, se reproduce y... muere"

y tampoco se enseña mucho en la iglesia, (hablamos de muerte en Semana Santa, pero rápidamente y para no sufrir mucho, nos centramos en la resurrección).

Creo que la base de todos los miedos del ser humano, es el miedo que tenemos a la muerte, por eso cualquier peligro, preocupación o angustia, tiene un fondo de temor de que todo termine para nosotros o las personas que amamos, y aunque en un primer momento esta afirmación parezca una exageración, pensadlo bien:

-Miedo a la enfermedad (antesala de la muerte...)

-Miedo a quedarnos sin trabajo (si no conseguimos trabajar, podemos quedarnos en situación de precariedad y perder casa, familia... y morir de hambre o de pena)

-Miedo a que nos abandone nuestra pareja (la situación emocional que provoca un abandono, puede sumirnos en depresión, enfermedad... y una pérdida de sentido de continuar en esta vida)

Normalmente soy muy fan de los refranes pero hay algunos que pueden rebatirse con las evidencias:

-"Nadie se muere por nadie..." pero hay muchos casos en los que no se supera la muerte de un ser querido, ni un abandono, y la falta de recursos económicos, a más de uno le ha producido morirse de hambre... (aunque nuestra tendencia occidental, es pensar que en esta parte del mundo, hay psicólogos, ayudas sociales, avances médicos, que son capaces de que estos "miedos", no acaben en muerte).

Pero vivas en oriente o en occidente, el ser humano es consciente de que no somos eternos y tarde o temprano, el paso por esta vida tiene fecha de caducidad y cómo nadie tiene "ese dato" rotulado en alguna parte de su cuerpo, la incertidumbre nos atenaza en algún momento de nuestra vida.

¡No deberíamos vivir con miedo! y una posible solución a esto es: ¡atrevernos a mirar el miedo a la cara!, conocerlo mejor, investigar todos los aspectos que rodean a la muerte porque tarde o temprano, ¡vamos a pasar por ella tod@s o... puede que no!, así que ¡no te preocupes!, pero ¡conócela! porque cuando conocemos lo que verdaderamente nos asusta, podemos cambiar el temor por tranquilidad.

"Mirad, voy a confiaros un misterio: no todos moriremos, pero todos seremos transformados. Súbitamente, en un abrir y cerrar de ojos, cuando suene —que sonará— la trompeta final, los muertos resucitarán incorruptibles mientras nosotros seremos transformados.  Porque es preciso que este ser corruptible se revista de incorruptibilidad y que esta vida mortal se revista de inmortalidad."

1ª Corintios 15: 51-53

¿Investigamos...? 

(Continuará...)



Meditación y disciplina espiritual del silencio

 Últimamente, escucho y leo mucho sobre salud física y mental, porque sinceramente, creo que los cristianos, nos centramos mucho en "lo espiritual", ¡y es estupendo!, pero no creo que  -ignorar- nuestro físico y nuestra mente, sea correcto, ya que somos seres integrales y todas las partes del ser humano son creación de Dios, pero imagino que todavía resuena en nuestras cabezas que lo "carnal" es malo... (mucha tradición, nos persigue...)

Soy la primera, que por mi forma de ser, prefiero leer y escuchar sobre mi fe, que aprender sobre salud mental, hormonas, nutrición, y mucho menos ejercicio... pero está claro que no podremos llevar a cabo una vida espiritual saludable ignorando cuerpo y mente.

Os cuento que las máximas autoridades sobre salud física y mental, recomiendan el ejercicio físico, adecuado a cada edad y condición como el pilar básico de salud, seguido muy de cerca de una buena alimentación, un descanso reparador y dedicar todos los días un tiempo a la meditación.

En nuestras iglesias, entendemos la meditación, como ese momento en el que nos acercarnos a la Palabra de Dios, y el Espíritu Santo, nos da discernimiento  y nos ilumina  para obtener una enseñanza, que nos permita conocer más y mejor a Dios, y que Su poder, transforme nuestra vida para poder llevar a la práctica lo que hemos leído, pero cuando los "expertos en salud física y mental" recomiendan la meditación como una práctica saludable, no se refieren a esto, sino a un entrenamiento mental para vivir el aquí y el ahora, utilizando la respiración para aquietarnos y apartar de nuestra mente preocupaciones, distracciones, o cualquier interferencia que nos haga pensar en el pasado o en el futuro.

No nos vamos a engañar... este tipo de meditación. ¡no está bien vista en nuestras iglesias!

Pensar en "nada", se considera además de -imposible-, ¡una pérdida de tiempo!, y es más ofensivo aún cuando utilizan esta palabra: -MEDITACIÓN-, (que consideramos nuestra) , para llevar a cabo algo tan... ¿alternativo? 

Pues os voy a decir algo que probablemente, va a diezmar los seguidores de "Mirando al cielo",  pero también estoy por asegurar que los que tengan "open mind" (mente abierta), y se atrevan a probarlo, les va a gustar...


Siempre me ha llamado la atención, que podamos pasar de los saludos y el jaleillo cuando llegamos a la iglesia los domingos a ese estado casi automático de "espiritualidad" que nos permite, arrancarnos a orar, o a cantar alabanzas, sin un tiempo de silencio en el que poder aquietar nuestra mente y nuestro corazón, y olvidarnos de lo que nos ha costado aparcar, la comida que hemos dejado a medio preparar, e incluso organizando la agenda de mañana...

Me encantaría hacer un "experimento" antes de empezar nuestras reuniones dominicales, dejando unos minutos de silencio y concentración, (no tiene porque ser fijándonos en nuestra respiración, -o si- a elección de cada persona), y que nos permita des-acelerar y  presentarnos delante de Dios, en calma, con la mente limpia de cargas para podernos dedicarnos a cantar y a comunicarnos con Él sin prisa, sin interferencias...

Cómo sé que es algo casi impensable, "altamente revolucionario"  y es bastante improbable que pueda convencer a todo un grupo de intentarlo, (entre otras cosas porque el silencio en la actualidad, nos resulta incómodo y largo...), además de oler a "New Age" (Nueva Era...), si me puedo permitir invitaros, - a los que todavía queden por aquí...-,  a practicarlo en privado.

Tomaros unos minutos de silencio y quietud antes de empezar a orar o a leer la Palabra de Dios, ¡y sí!, he dicho MINUTOS (por ejemplo cinco), donde limpiéis vuestra mente de preocupaciones y agendas, donde el corazón se aquiete y podamos presentarnos delante del Señor tranquilos y relajados, y esto ¡no es New Age! es ni más ni menos que practicar la disciplina espiritual del silencio.





Sobre la MISIÓN...

Soy una consumidora "casi insaciable", de las predicaciones on-line en iglesias muy queridas, o de predicadores muy reconocidos, (y que me han enseñado mucho a lo largo de mi vida) y una constante últimamente, es encontrar  de manera recurrente predicaciones dominicales, series, talleres, escuelas dominicales...etc, de la URGENCIA, de llevar a cabo LA MISIÓN de Mateo 28: 19-20 

A lo largo de la historia, cada generación, ES RESPONSABLE de llevar a cabo esta GRAN COMISIÓN, y ahora, nos toca a nosotros...

En todas estas predicaciones, vemos diferentes "maneras", "estrategias", "mapas", "recursos"... para llevar a cabo LA MISIÓN, pero sinceramente, noto con dolor, que pocas veces, LA MISIÓN, está basada en lo que considero EL CIMIENTO para que -funcionen- esas "estrategias" para llevar a cabo LA MISIÓN.


Ese cimiento es EL ESPÍRITU SANTO.


Es IMPOSIBLE con "buenas intenciones humanas y voluntades sinceras" que se lleve a cabo la GRAN COMISIÓN, y en libros o enseñanzas que he consultado, ni siquiera MENCIONAN la persona del Espíritu Santo, como la base y ayuda idónea para cumplir con este propósito de vida. (No me sirve decir que esto es que se da por hecho... creo que es el principio de principios y no podemos omitirlo de ninguna manera).

Por tanto, cualquier estrategia, o recursos que empleemos, -que no se basen PRIMERO en la dirección, ayuda, poder, y el fruto del Espíritu en nosotros-, no "funcionaran" para resultados ETERNOS.

  • Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre vosotros, recibiréis poder y seréis mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.

  • Infundiré mi Espíritu en vosotros, y haré que sigáis mis preceptos y obedezcáis mis leyes.

  • Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, os enseñará todas las cosas y os hará recordar todo lo que les he dicho.
  • Y, cuando el Espíritu Santo venga, convencerá al mundo de su error en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio.


No te conozco…


 Recuerdo que hace años, me encontré a un amigo que salió de la iglesia y me dijo con dolor:

-“Salí de la iglesia por graves y dolorosos motivos personales, y nadie me preguntó, ni me llamó nunca para ver cómo estaba, qué me pasaba y ni mucho menos si necesitaba ayuda. En ese momento, no ocupaba ningún cargo de responsabilidad en la congregación, pero si lo había hecho en el pasado y seguía acudiendo  cada domingo fielmente. Sinceramente, estoy muy dolido y pienso que los cristianos, son la única tribu que cuando un miembro cae o se pierde, no se moviliza para rescatarle…”

Tuvimos una conversación interesante, en la que escuche atentamente sus quejas y también, intenté apelar a nuestra responsabilidad por formar parte de una iglesia,  y a la obediencia debida a eso de: “no dejéis de congregaros”, y el privilegio de formar parte de un cuerpo en el que cada uno tiene su lugar pero en el fondo, entendía perfectamente su queja y  esa “dejadez” que caracteriza a muchas iglesias (grandes y pequeñas), en ciudades enormes como Madrid en cuanto al cuidado de sus miembros.

Hoy, me ha vuelto a pasar, y -ya no he sido tan vehemente en mi “apelación”-, y desde luego, ha sido una llamada de atención para mi.

Mateo 25: 42-46

 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?  Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. E irán estos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.”

Así que toca reflexionar, porque ¡nos jugamos mucho, y no valen excusas! (como que somos una iglesia grande, ni las distancias son enormes en la ciudad, ni lo de no tengo tiempo…) y sobre todo, cuando alguien “desaparece” de nuestras congregaciones hay normalmente un motivo IMPORTANTE y probablemente, doloroso.

Te animo a que pienses en alguien que hace tiempo que no ves por la iglesia; ores por esa persona y le mandes un mensaje, le llames, e incluso le invites a un café para interesarte por él o ella.

 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.”

Mateo 25:40

Sobre la Justicia de Dios...

 Salmos 7

Oración pidiendo justicia

Lamento de David dirigido a Dios por lo que le hizo un hombre de la tribu de Benjamín, que se llamaba Cus.

Mi Dios, en ti confío;
¡sálvame de los que me persiguen!,
¡líbrame de todos ellos!
 


Si no me salvas, acabarán conmigo;
me despedazarán como leones
y nadie podrá librarme de ellos.
 
 ¿Qué daño les hice?, ¿qué mal cometí? 
 
¿acaso le hice daño a mi amigo? ¿acaso le quité algo a quien me maltrata sin razón?
 
 Si es así,
deja que mi enemigo
me persiga y me alcance;
deja que me arrastre por el suelo
y que me ponga en vergüenza.
 


¡Siéntate ya en tu alto trono,
y rodeado de las naciones,
declárame inocente!
¡Enfréntate a la furia de mis enemigos
y muéstrales tu enojo!
 
 eres el juez de los pueblos:
¡júzgame y dicta mi sentencia,
pero toma en cuenta que soy inocente!
 
Tú eres un Dios justoy conoces nuestros pensamientos:
¡acaba, pues, con los malvados,
para que ya no hagan lo malo,
pero dale tu apoyo a la gente honrada!
 
 tú me das tu protección; me proteges como un escudo.
Tú salvas a la gente honrada.



 

Tú eres un juez justo

y siempre castigas a los malvados.
 
Si éstos no se arrepienten, tú afilarás tu espada y prepararás tu arco.
 
Ya tienes listas tus armas de muerte;
¡ya tienes listas tus flechas de fuego!
 
 


Planea el crimen, lo comete y luego niega haberlo cometido.
 
Ha hecho un hoyo muy profundo,
pero en ese mismo hoyo caerá,
 
y sufrirá las consecuencias de su violencia y maldad.
 


Alabaré a Dios porque es justo.
¡Yo le cantaré himnos al Dios altísimo!
Dios mío,
Dios mío,
Tú, Dios mío,
Dios mío,


¡Fíjense en el malvado!
Yo, en cambio,alabaré a Dios porque es JUSTO,

 ¡Yo, le cantaré himnos al Dios altísimo!


¡Dime si no te identificas con las palabras de David de este Salmo!, ¿Quién no le ha pedido a Dios que le haga justicia ante quién o quienes le hacen daño?

Los Salmos, son poemas, canciones que el ser humano dirige a Dios: para alabarle, para pedirle, para quejarse... y si los estudiamos con cuidado, vemos que nos dirigimos a Dios desde el punto de vista HUMANO, y en el Salmo 7, lo vemos muy claramente, cuando le pedimos a Dios que HAGA JUSTICIA, al modo humano, y no alcanzamos a entender que la JUSTICIA DE DIOS, poco tiene que ver con la humana...

Y es que nuestra justicia, tiene unos "ingredientes", -muy humanos-: va cargadita de ira, con unas gotas de venganza y la intención de decir la última palabra saliendo victoriosos de la afrenta que nos ha producido el dolor, (nosotros somos los buenos y nuestros enemigos; los malos...) "Dios mío, ¿qué daño les hice?, ¿qué mal cometí?
¿Acaso le hice daño a mi amigo? ¿Acaso le quité algo a quien me maltrata sin razón?" Salmos 7:4-5
También tenemos la tendencia a decirle a Dios, en la manera en la que tiene que actuar para defendernos... "Dios mío, ¡siéntate ya en tu alto trono, y rodeado de las naciones, declárame inocente¡Enfréntate a la furia de mis enemigos y muéstrales tu enojo!" Salmos 7: 6-7 (que nosotros estemos enojados, no significa que Dios también lo esté, pero es nuestra tendencia a que Dios "se sienta" como nos sentimos nosotros, cuándo nosotros somos imagen de Dios, y no al revés...)
Afortunadamente, Dios es JUSTO, y los ingredientes de Su justicia, van cargaditos de MISERICORDIA, PACIENCIA , y BONDAD con Sus criaturas.
La justicia humana, es parcial, y poco objetiva (nosotros nos vemos buenos, y maltratados por "el enemigo": Tú, Dios mío, eres el juez de los pueblos: ¡júzgame y dicta mi sentencia, pero toma en cuenta que soy inocente! Salmos 7: 8), pero la justicia de Dios, ve el 360º, ¡es verdaderamente OBJETIVA!, y sabe de las circunstancias que rodean los hechos; nos conoce a nosotros y a nuestros "enemigos", y sobre todo la justicia de Dios esta llena de AMOR y GRACIA. Tampoco debemos olvidar, que la JUSTICIA de Dios, se llevará a cabo en -SU TIEMPO-, y no en el nuestro, (queremos que un rayo parta en dos a nuestros enemigos, y además rapidito...)

Cuando pensamos en la justicia humana nos viene la imagen de un martillo y una balanza, pero ¿qué viene a tu mente cuando piensas en LA JUSTICIA DIVINA? Dale una vuelta a eso...
David, termina el Salmo 7, de manera MAGISTRAL, y desde luego, ¡con eso me quedo!
"Yo, en cambio,
alabaré a Dios porque es justo.
¡le cantaré himnos
al Dios altísimo!"
Salmos 7:17
Mientras Él, hace JUSTICIA, a "Su manera" (de la buena), yo me voy a dedicar a alabarle y esperar...


¡Meditación en vivo y en directo!

 ¿Qué tal si ponemos en práctica lo aprendido en la "teoría" sobre la meditación?


                                                     PROVERBIOS 25:15

"Con larga paciencia se aplaca el príncipe, 
y la lengua blanda quebranta los huesos."

Esta es la versión bíblica que más utilizamos: Reina Valera de 1960, pero vamos a buscar este mismo versículo en otras versiones, para entenderlo mejor aún:

La paciencia calma el enojo; las palabras suaves rompen la resistencia.
Con paciencia se convence al gobernante. ¡La lengua amable quebranta hasta los huesos!
Dialogar pacientemente con los gobernantes los hace cambiar su manera de pensar; un diálogo amistoso tiene mucho poder.
La mucha paciencia aplaca al príncipe; la lengua afable quiebra los huesos más duros.



¿Se aclara algo más el concepto?. Leemos incluso una versión más:  Lenguaje actual:

         TLA    La paciencia vence toda resistencia. La cortesía vence toda oposición.

Creo que que esta versión, nos deja más claro todavía este consejo del libro de Proverbios.

¡Ya preparados para empezar a reflexionar!; a "darle vueltas" a estos conceptos, aunque antes, una oración para que el Espíritu guíe nuestra meditación:

Vemos, que hay  dos enseñanzas MUY IMPORTANTES EN ESTE VERSÍCULO:

1-Nos habla de la paciencia, (primera parte del versículo)
2-De nuestra manera de hablar y dirigirnos a los demás. (segunda parte del versículo)

Vamos a MEDITAR sobre la primera parte del versículo: LA PACIENCIA, haciéndonos algunas preguntas:

1.- ¿Cuál es la palabra "CLAVE"? Claramente es PACIENCIA

2.-¿Tengo paciencia a la hora de tratar a quienes me rodean? 
Estamos rodeados de gente muy cercana (familia, amigos, compañeros de trabajo...), aunque también en algunas ocasiones, las personas con quienes tenemos que tratar no son "tan asequibles": por ejemplo, cuando vamos al banco a pedir un crédito, cuando pasamos por una entrevista de trabajo, cuando tenemos largas listas de espera para pruebas medicas o una consulta... ¿cómo voy de paciencia en esos momentos?

3.-¿Soy paciente cuando expongo delante de Dios una petición? ¿qué hay detrás de ese tiempo de espera, quizás... falta de confianza?

4.-Cuándo alguien se enfada conmigo, con o sin razón: ¿cuál es mi reacción?
Me enfado poniéndome a la misma altura o intento poner paz y aclarar la situación...

5.-¿Qué consecuencias para mi vida, -según este versículo-, tendría tener más paciencia? ¿viviría más tranquilo y en paz?, ¿aplacaría el ánimo del que viene a mi enfadado? (La respuesta amable calma la ira; la respuesta grosera aumenta el enojo. Proverbios 15:1)


Te sugiero que apuntes las respuestas a estas preguntas y otras que puedan surgirte, y lo releas varias veces a lo largo del día.

Antes de dormir, vuelve a recordar sobre todo lo que has reflexionado, incluso es muy buen momento para hacer propósitos si es que necesitas hacer algún cambio. No dudes en APUNTARLO... y re leerlo, y seguir dándole vueltas...

Te animo a que pruebes con la segunda parte del versículo:

DHH... "Las palabras suaves rompen la resistencia."
NVI ¡La lengua amable quebranta hasta los huesos!
PDT Un diálogo amistoso tiene mucho poder.
RVC "...la lengua afable quiebra los huesos más duros.